El ministro Arturo Zaldívar dijo tajante que no. No prolongará su presidencia en la Suprema Corte de Justicia de la Nación por dos años más para los que originalmente fue elegido, contra la opinión de la Presidencia de la República y del Poder Legislativo. En el Pleno del máximo tribunal del país, la correlación de fuerzas abrió la disputa por el sucesor del ministro aliado de la 4T para el periodo 2023-2027.
Según pudo saber LPO, bajo el pretexto de blindar el futuro de la reforma judicial de 2021, emisarios de la Fiscalía General de la República y de la Secretaría de la Defensa Nacional han buscado a los ministros de ambas salas de la Corte para conocer su opinión sobre la sucesión. Para nadie es una sorpresa que el fiscal Alejandro Gertz Manero tiene un interés particular por la SCJN.
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Cuando quiso operar abiertamente terminó enfrentado a los ministros quienes respondieron liberando a Alejandra Cuevas Morán, y ocasionó la defenestración de Julio Scherer Ibarra de la Consejería Jurídica de Presidencia. La novedad -según las mismas fuentes- es su alianza con el secretario Luis Cresencio Sandoval, quien durante los últimos años se ha acercado a la Corte ante las diversas acciones de inconstitucionalidad contra la labor de las Fuerzas Armadas.
Ya sea rechazando los amparos por la construcción del Aeropuerto Felipe Ángeles o aplazando la discusión por la militarización de la Guardia Nacional, entre otros, el titular de la Sedena se ha visto beneficiado por las decisiones de la Suprema Corte de Justicia, manteniendo un cabildeo constante en el edificio de Pino Suárez 2, ahora con el mayor interés de que se refuerce también la influencia del fiscal Gertz Manero.
Varios nombres han barajeado Gertz y Sandoval para suceder a Arturo Zaldívar, incluyendo a la ministra Norma Piña. Pero ha sido el ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo quien mejor ha respondido a las inquietudes de ambos personajes; desde luego, considerando que tiene pocas probabilidades de obtener la Presidencia de la Corte debido a que concluye su trabajo un año antes de los cuatro por los que sería elegido.
Esto contrasta con la promoción que ha hecho Arturo Zaldívar para que sea una mujer quien tome la batuta de la Corte. De ahí el trabajo de las ministras Yasmín Esquivel o Loretta Ortiz para conseguir el apoyo de sus compañeros del Pleno, pese a que ambas resultan incómodas por el vínculo personal que mantienen con Palacio Nacional a través de sus esposos (José María Riobóo y José Agustín Ortiz Pinchetti, respectivamente).
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