Al inicio de la administración demócrata la vicepresidente Kamala Harris habÃa asumido un rol estratégico al frente de la polÃtica migratoria del gobierno de Estados Unidos en Centroamérica. Un tema central en la agenda de Joe Biden, que toca a México y que debÃa funcionar como una plataforma para que Harris contienda por la presidencia el año que viene.
Pero según deslizan en la embajada de Paseo de la Reforma, esto ha cambiado de manera sideral y ahora Harris estará dedicada a la gestión legislativa del Senado (donde tiene la función de desempatar votaciones) y a la agenda del Gobierno dedicada a combatir los efectos del fallo de la Suprema Corte contra el derecho al aborto, que tuvo lugar en 2022.
Harris se aleja asà de una cuestión compleja y sin un horizonte de solución. El mes pasado antes de la visita de Biden a México se anunció un esquema por el cuál México recibirá 30 mil migrantes deportados por mes de Estados Unidos. En ese flujo los paÃses de Centroamérica tienen un rol central. Según señalan a LPO, Harris estuvo al margen de ese acuerdo lo cual es considerado por Ken Salazar como algo positivo.
Salazar conoce bien el entorno de Biden y ha recabo allà la idea de que no agradaba el permanente dispositvo que pretendÃa instalar a Harris como presidenciable. Con este giro la vicepresidente adopta un rol más normal y concreto. Además se refuerza el escenario de que Biden va por su reelección.
No es una semana sencilla para el embajador en México, fundamentalmente por la revelación de The Washington Post de que el director de la DEA en el paÃs fue removido del cargo en 2022 por supuestos vÃnculos inconfesables.
Un punto delicado porque cuando estos movimientos suceden la DEA exige la máxima discresión ya que este tipo de noticias exacerban el ánimo contra dicha agencia de seguridad en Washington DC, que es desde donde se establece el financiamiento de la misma.
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