Alejandro Encinas dejará este viernes la SecretarÃa de Gobernación para sumarse a la campaña de Claudia Sheinbaum. Es un movimiento a dos bandas: por un lado, tiene una arista electoral en la CDMX y por el otro busca descomprimir un escenario de ruptura inminente entre el subsecretario y Andrés Manuel López Obrador por el caso Ayotzinapa.
La llegada de Encinas, referente de la izquierda capitalina, al campamento de Sheinbaum persigue la meta de cicatrizar las heridas que puedan quedar de un eventual triunfo de Omar GarcÃa Harfuch sobre Clara Brugada en la interna capitalina.
En el entorno de Sheinbaum, la convicción de un triunfo es absoluta y creen que el ex secretario de Seguridad capitalina está 22 puntos por encima de Brugada. Una fe que ni las reglas de género del INE avaladas en las últimas horas han logrado alterar.
Tan grande es la confianza que ya desde ahora se convoca a Encinas para que luego cumpla el papel de mediador con los "puros" que representa Brugada. Una suerte de amortiguador ante un nuevo escenario en el que un policÃa lleva la representación de la izquierda chilanga.
El subsecretario estuvo el pasado fin de semana en un acto de campaña de Brugada.
Encinas tiene otro incentivo: abandonar la Segob en el peor momento del caso Ayotzinapa, cuando su relación con el presidente luce fracturada y el discurso oficial se ha alejado de las vÃctimas (donde está Encinas) para cerrar filas con la Sedena.
El todavÃa subsecretario tiene la posibilidad de recibir apoyo de Sheinbaum y acordar una posición pluri que le evite potenciales dolores de cabeza en un futuro no muy lejano.
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