Si las predicciones de su war room se confirman en las próximas horas, la togada Lenia Batres podría convertirse en la primera ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación electa por voto popular. En el búnker de Batres hay ambiente de fiesta, y justifican la celebración en dos datos: una encuesta de salida que difundieron durante toda la tarde y en la baja participación en la elecciones judiciales.

Sobre la participación en la Elección Judicial a nivel general en el war room de la ministra en funciones aseguran on the récord una participación del 15%, por debajo de la estimación de Palacio Nacional que buscaba que poco más de 20 millones de personas asistieran a las urnas.

"A menos participación, mayor peso de las estructuras", explicó un operador de Morena. En efecto, toda la familia Batres movilizó todas sus estructuras -sobre todo en la Ciudad de México- para lograr una diferencia con Yasmín Esquivel y Loretta Ortíz, las otras dos candidatas con aspiraciones a presidir la nueva Corte.

En espera de la confirmación oficial del Instituto Nacional Electoral, Batres Guadarrama declaró a los medios que el ejemplo del expresidente Andrés Manuel lópez Obrador y de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo llevaron a buen puerto este ejercicio inédito de democracia participativa.

"Somos el primer país en el mundo que democratiza a su poder judicial, además en una ruta hacia dónde va el progreso, particularmente que tiene que ver con las decisiones del pueblo. No hay camino hacia delante que no incluya a los pueblos, sí. Los pueblos no hay camino hacia delante que no implique formar parte de nuestras decisiones, de nuestro destino, de nuestro futuro", declaró.