Marcelo Ebrard conversó en las últimas horas con diversos hombres del empresariado a través de un encuentro gestionado por Francisco Cervantes. Según pudo conocer LPO, allí el próximo secretario de Economía trazó grandes líneas de estrategia para evitar que la reforma judicial complique el panorama comercial y la futura revisión del T-MEC.

Ebrard tuvo un avance no menor esta semana: a diferencia de lo que sucede en otras Secretarías, donde Andrés Manuel López Obrador, en un despliegue coordinado por Raquel Buenrostro, ubicó aliados y ratificó funcionarios, en Economía esa maniobra no fue posible y el secretario tendrá control absoluto sobre la dependencia.

El excanciller observa como a lo largo del organigrama estatal aparecen ratificados varios funcionarios menores que están más asociados al gobierno que se va que al que viene. El ejemplo más reciente en Energía, donde, se conoció este martes en el equipo de transición, Luz Elena González tendrá que aceptar a dos funcionarios que nombró Rocío Nahle.

A estas situaciones se suman otras que, a estas alturas, según entiende Ebrard, son desopilantes. Alberto Esquer, secretario particular de López Obrador, todavía no le entrega las oficinas al personal de Sheinbaum. Por estas horas intentan además que el chofer del presidente - conocido cariñosamente como "rojitas" -, permanezca también con Sheinbaum.

En Turismo también se conoce una situación tensa porque el secretario Miguel Torruco no quiso hacer transición con su reemplazo Josefina Rodríguez y la semana pasada tuvo lugar un intercambio complejo.

"El problema es que la gente más importante del próximo gobierno no piensa como el presidente, pero Claudia es la que no se separa", deslizan cerca de Ebrard al tiempo que observan que López Obrador se quedará a vivir en Palacio hasta diciembre para "organizar su biblioteca".