
La incursión a México es la primera de una sucesión de viajes con los que Joe Biden apunta a compensar una agenda doméstica cada vez más compleja por la pérdida de la Cámara de Representantes a manos de los republicanos. Desde la comitiva que acompaña al presidente de Estados Unidos en CDMX dijeron a LPO que la migración es un tema central en la Cumbre de América del Norte y que el secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas, espera que antes de que termine el año México acepte recibir al menos 60 mil migrantes rechazados desde EU por mes. El acuerdo de hace una semana es por 30 mil personas.
Andrés Manuel López Obrador aceptó admitir a estos migrantes provenientes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haità que sean expulsados de territorio estadounidense por cruzar la frontera de forma irregular. El problema es que Estados Unidos necesita que ese número ascienda a 90 o 100 mil personas por mes. Por eso en el cálculo intermedio que traen Mayorkas y Anthony Blinken, 60 mil personas serÃa un buen avance antes de que termine el 2023. La semana pasada Biden tuvo su primera visista a la frontera con México y se reunió con autoridades locales y con los directivos de la Border Patrol.
Desde que comenzó la administración demócrata han sido interceptadas en la frontera con México 2,2 millones de personas. Un numero que expresa el nivel del problema existente y que le genera a Biden ataques desde el Partido Republicano pero también de los demócratas con intereses electorales en los distritos fronterizos.
Mayorkas es uno de los funcionarios de Biden más criticados por los republicanos y antes de las elecciones de medio termino en Washington DC dominaba la percepción de que serÃa removido del cargo si los demócratas perdÃan también el control del Senado, lo cual finalmente no sucedió.
El problema desde la óptica mexicana es que para procesar estos flujos humanitarios se requiere una infraestructura que actualmente está desbordada. Desde la CancillerÃa señalan que Biden tiene que recurrir a México por la negativa a normalizar relaciones con Cuba, Venezuela y Nicaragua, paÃses con alto flujo migratorio hacia EU.
Si el nexo fuera medianamente normal, los migrantes podrÃan ser deportados directamente hacia sus paÃses de origen. Con Venezuela es directamente imposible porque Estados Unidos no reconoce como legÃtimo a su Gobierno.
Desde la comitiva de EU alegan que no habrá anuncios de incrementos de recepción de migrantes en lo que dure la Cumbre en la Ciudad de México, que hoy martes tendrá reuniones trilaterales entre los jefes de Estado.
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