
Cuitláhuac GarcÃa insiste en que mantendrá el control de su sucesión en Veracruz y que, si bien se dan los pasos legales para que Rocio Nahle sea candidata a gobernadora, finalmente la secretaria de EnergÃa terminará coordinando la campaña presidencial de Claudia Sheinbaum. Bajo esta lógica, Nahle solo será candidata en su estado natal si Adán Augusto López Hernández es el elegido por Andrés Manuel López Obrador.
El gobernador, probablemente uno de los que peor imagen tiene en Palacio Nacional por el bajo rendimiento de su gestión, quiere controlar su reemplazo y tiene una relación tirante con Nahle. Basta con observar algunos mensajes de texto que envÃa a allegados con comenarios ácidos sobre la inauguración de Dos Bocas.
A pesar de esto, GarcÃa debe preparar el camino para la candidatura de Nahle. El gobernador respaldó la intención de la bancada de Morena que desde el Congreso local buscará reformar la Constitución PolÃtica local, a fin de que personas no nacidas en el estado puedan ser candidatas a la gubernatura.
Debe decirse: GarcÃa cree que si Nahle lo sucede varias personas de su entorno directo se verán sometidas a investigaciones judiciales. El gobernador no le achaca esto a Nahle sino, por algún motivo de cierta densidad, a su esposo José Luis Peña.
A ese escenario se agrega la complejidad del arresto del ex fiscal estatal, Jorge Winckler, quien tendrÃa múltiples expedientes sobre la relación subterránea entre Cuitláhuac y hombres prominentes del gobierno priista de Javier Duarte.
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