La empresa desarrolladora de bienes inmuebles, GIA-Grupo de Ingenieros y Arquitectos Asociados- se hizo de un atractivo contrato con el gobierno Chileno para construir cuatro unidades nuevas del Hospital del Salvador y el Instituto Nacional de Geriatría con una inversión de 450 millones de dólares.

La construcción de las salas de atención médica no son las únicas inversiones que mantiene GIA en el país andino, pues también cuenta con la construcción y operación, durante 15 años, de una red hospitalaria en dos regiones al sur de Chile, el cual tendrá una inversión de 297 millones de dólares.

Esta no es la primera vez que la constructora, perteneciente al cuñado de Carlos Salinas de Gortari, Hipólito Gerard Rivero, se hace con una cuantiosa licitación gubernamental. Fue durante el sexenio de Felipe Calderón que la desarrolladora se hizo con la encomienda de construir y operar el Centro Federal de Readaptación Social en Miahuatlán, Oaxaca y por el cual facturó mil millones de pesos.

El penal de Oaxaca no es la única obra que GIA ha desarrollado bajo el esquema de inversión público-privada, pues en 2009 y de nuevo en el sexenio de Calderón, la desarrolladora se hizo con un contrato para la prestación de servicios en el Hospital Regional de Alta Especialidad de Ixtapaluca.

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AMLO ya había acusado los contratos que mantiene Gerard Rivero y los Salinas con el gobierno: "El hospital de Ixtapaluca, ¿Qué empresa se vio beneficiada? La del señor Gerard, cuñado de Carlos Salinas de Gortari ¿Quien era el que autorizaba este tipo de inversión o gasto? El que estaba de subsecretario de Hacienda, cuñado de Gerard, José Antonio González Anaya", dijo el presidente.

También, durante su denuncia, López Obrador aseguró que la construcción de cárceles por parte de empresas privadas fueron entregados a: "Puro influyente y hasta a dueños de medios de información, políticos o familiares de políticos. Los cuñados de Carlos Salinas de Gortari se servían con la cuchara grande, por eso no hay investigación".