En medio de la cruzada contra la reforma al Poder Judicial de Andrés Manuel López Obrador, la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur) mostró su apoyo a la iniciativa, alejándose de la postura del CCE.

La confederación realizó una encuesta sobre esta reforma y sus impactos en el desarrollo empresarial, aplicada a líderes del sector, que arrojó que seis de cada 10 empresarios están a favor de la iniciativa, aunque afirman que requiere ajustes.

"De manera reiterada, la organización establece que sí es necesaria una reforma al Poder Judicial de la Federación", dijo el presidente de Concanaco, Octavio de la Torre en conferencia para presentar los resultados de dicho sondeo, realizado entre más de mil empresarios agrupados en este organismo.

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Explicó que la mayoría de los participantes apuntaron que, a pesar de estar de acuerdo con la iniciativa, son necesarios algunos ajustes, entre ellos enfatizan en el tema de elección popular de jueces, magistrados y ministros.

"Deben participar las personas más calificadas. Es fundamental que la resolución de controversias entre particulares sea resuelta por los mejores", dijo.

El ejecutivo defendió que el apoyo a la reforma está motivado por la percepción de que dentro del sistema judicial del país hay corrupción, lo cual ha generado preocupación entre los empresarios agrupados al organismo.

"Los comerciantes quieren una mejor reforma, por ello seguirán impulsando que la reforma atienda que los mejores perfiles (de los juzgadores) resuelvan las controversias de los mexicanos". En ese sentido, dijo que están elaborando una serie de propuestas que presentarán a los diputados.

Además, las encuestas también arrojan que hay confianza en la iniciativa bajo la gestión de Claudia Sheinbaum en comparación con el gobierno de López Obrador.

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El argumento que defiende la Concanaco se alinea con la narrativa de Palacio Nacional, pero se desmarca de la posición que tuvo el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), así como otras organizaciones empresariales, abiertamente en contra de la reforma, lo cual generó duras criticas por parte de López Obrador.

La molestia del presidente se expresó puntualmente contra el CCE, que comanda Francisco Cervantes, el cual había mantenido hasta el momento una relación de enlace entre Palacio y los empresarios y apostaba por promover ajustes a favor del empresariado.