El gobierno del presidente López Obrador, a través de los secretarios Jorge Nuño Lara y Luisa María Alcalde, y organizaciones sindicales llegaron a un acuerdo para la compra de la marca Mexicana y los activos que quedaron de la empresa, por más de 800 millones de pesos que serán dispersados entre 8 mil trabajadores y 650 jubilados, con el fin de crear una aerolínea dirigida por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Este viernes, tras una reunión en la Secretaría del Trabajo con la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), el Sindicato Nacional de Trabajadores de Transporte, Transformación, Aviación, Servicios y Similares (SNTTTASS) y la Asociación de Jubilados, Trabajadores y Extrabajadores de la Aviación Mexicana (AJTEAM), la Secretaría de Comunicaciones y Transportes firmó el acuerdo.

Se trata de las 23 marcas que tenía Mexicana, el Centro de Adiestramiento, un edificio en Guadalajara y otra propiedad en la Ciudad de México, así como dos simuladores. Mexicana de Aviación fue la aerolínea más grande de América Latina, pero en 2010 dejó de operar luego de malos manejos de su propio dueño, Gastón Azcárraga, quien abandonó el país después de la quiebra de la firma aérea.

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Fausto Guerrero, dirigente de la Asociación de Jubilados, Trabajadores y Extrabajadores de Mexicana de Aviación, reconoció el esfuerzo del actual gobierno para atender este caso y mencionó el abandono en que quedaron los empleados en las pasadas administraciones.

Mientras que Eduardo Barrera, presidente de la delegación de Mexicana de Aviación en la ASPA, explicó que en noviembre de 2022, los sindicatos habían acordado solo la venta de la marca y el simulador de vuelo; sin embargo, se les hizo la oferta de incluir otros activos de la extinta línea aérea.

"Por ello, el día de hoy firmamos un convenio modificatorio, dado que se añadieron los demás activos que no se habían incluido en el primer acuerdo", declaró Barrera al diario Reforma.