Desde hace algunos meses Claudio X. González Laporte habla de armar un nuevo espacio opositor por fuera del Frente Amplio que sirva de plataforma para las candidaturas, en 2027, de su hijo Claudio, del exministro de la Corte Suprema José Ramón Cossío y del extitular de Coparmex, Gustavo De Hoyos.
El dueño de Kimberley Clark México, alma mater de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), dice en privado que en 2030 su hijo tiene que ser candidato a la presidencia de México. Le gusta evocar, por algún motivo curioso, el proyecto que en Estados Unidos supo tener el magnate Joe Kennedy respecto sus hijos John y Robert, a quienes lanzó a la política a mediados del siglo pasado con finales ya conocidos.
En esta dinámica, el empresario señala la próxima marcha del movimiento llamado Marea Rosa, que busca reflejar el peso de los ciudadanos en el esquema opositor. No está del todo convencido de que Xóchitl Gálvez deba ser la oradora principal el próximo 19 de mayo. Tampoco asegura que Marea Rosa sea la base del futuro partido aunque reconoce que tendrá un papel protagónico.
Respecto a nuevas adquisiciones, coquetea con la idea de que Luis Donaldo Colosio, tras elecciones, salte a su nuevo proyecto y abandone MC. Este lunes Colosio dio a entender que MC y el Frente debían unir fuerzas, lo cual generó cierta irritación en el partido naranja, donde, a lo largo de la campaña, no vieron demasiado comprometido a Colosio con la nominación de Jorge Álvarez Máynez.
De hecho, Colosio hizo una incursión un tanto extraña a Jalisco para respaldar a Pablo Lemus, cuya campaña se base en un esquema de voto cruzado respecto a Xóchitl y dejando de lado a Máynez.
Claudio X. también habla de convocar a Enrique De la Madrid, que en el PRI juega un papel un tanto lateral desde que intentara, sin éxito, ser el abanderado del Frente.
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