
Este miércoles, con la mayorÃa de la alianza de la 4T, la Cámara de Diputados discutió y votó a los perfiles de quienes participarán en la elección extraordinaria 2024-2025 luego de que el Comité de Evaluación del Poder Legislativo Federal remitió el listado de los aspirantes que resultaron insaculados para los diversos cargos al Poder Judicial Federal.
En contraste, este jueves la Suprema Corte de Justicia rechazó las candidaturas para la elección judicial que le propuso el Senado de la República, mismas que se eligieron a través de una polémica insaculación y donde se descartó el nombre de Marisela Morales, la titular de la ProcuradurÃa General de la República con Felipe Calderón.
En ambos filtros el nombre del abogado Bernardo Bátiz ha pasado sin problemas. El procurador de la Ciudad de México en tiempos de la Jefatura de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador fue propuesto para un lugar de los nueve de la nueva Suprema Corte de Justicia por el Comité de Evaluación del Poder Ejecutivo que dirigió Arturo ZaldÃvar.
Esta redacción informó sobre la fina operación de Bátiz Vázquez para destrabar lo que parecÃa una posición inamovible del Poder Judicial y que molestó inclusive a voceros de los trabajadores del Poder Judicial como Patricia Aguayo, quienes aseguraron que el Consejo de la Judicatura Federal -Bátiz es consejero- los abandonó cuando en noviembre del año pasado se entregó la lista de jueces para proceso electoral, desacatando amparos y suspensiones que buscaban frenar la Reforma Judicial de la 4T.
Con ese impulso, Bátiz preparó su campaña para ser elegido como el nuevo presidente del organismo que sustituirá al Consejo de la Judicatura Federal: el Tribunal de Disciplina Judicial, que tendrá funciones similares al Consejo de la Judicatura aunque con dientes afilados, porque ya no dependerá de la Presidencia de la Suprema Corte. Sin embargo, fuentes dentro del edificio de avenida Pino Suárez 2, que esto cambió.
Bernardo Bátiz toma fuerza en la 4T para dirigir el Tribunal de Disciplina Judicial
Según esta versión, Bernardo Bátiz ahora estarÃa disputando la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia a las ministras Lenia Batres, YasmÃn Esquivel y Loretta Ortiz, que usaron el pase automático a la elección, y quienes tienen el mismo objetivo. Para ello, Batiz presume que tiene un as bajo la manga que no cuenta otro aspirante: su cercanÃa con Rudolph Giuliani, el exalcalde de Nueva York y, sobre todo, abogado personal de Donald Trump.
Los rumores sobre la inclusión de la Reforma Judicial de la 4T en la revisión que empezará este año del T-MEC dan sustento a la jugada que prepara Bátiz. Pues la exigencia de certeza jurÃdica en México de los inversionistas norteamericanos podrÃa encontrar en el perfil del abogado obradorista a un aliado. No serÃa la primera vez que trabajen armónicamente el abogado de Trump y Bernardo Bátiz, y precisamente en cuestiones de derecho y legalidad.
Sus responsabilidades como titular de la ProcuradurÃa del entonces Distrito Federal lo avalaron incluso en los momentos de tensión entre López Obrador y la primera administración de Trump, aun cuando la medalla siempre se la colgó el excanciller Marcelo Ebrard. De conseguir el respaldo suficiente y obtener la Presidencia de la Corte, Bátiz asegura que Claudia Sheinbaum mandatarÃa una señal de autonomÃa y respeto a la división de poderes, lo que evitarÃa incluir las reformas constitucionales en la revisión del T-MEC.
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