Andrés Manuel López Obrador replicó este martes la lluvia de críticas que suscitó el anuncio de que la Guardia Nacional pasará por completo a la Sedena por un decreto Presidencial: aseguró que no dará marcha atrás y que será el Poder Judicial el que decida si se trata o no de una violación a la Constitución.

"Si hay una violación a la Constitución para eso está el Poder Judicial, que es el poder encargado, autónomo. Pero no voy yo a rendirme, nunca me he echado para atrás sí tengo la razón y sé que es bueno para el pueblo", dijo durante su conferencia matutina. 

Recordó que esta fue la misma ruta que se siguió en el caso del sector eléctrico: "Sabía que esos legisladores, vende patria, no iban a defender a las empresas públicas de México", refiriéndose a la modificación de la Ley de la Industria Eléctrica, la cual, sin embargo, se mantiene frenada por amparos.

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Una de las interrogantes más claras sobre el acuerdo presidencial que pretende hacer el mandatario  en materia de seguridad es si no es contradictorio a lo establecido en el artículo 18 de la Constitución sobre un mando de carácter civil, por lo que se entendía la necesidad de una reforma constitucional para pasar al resguardo de la Sedena. Para el especialista Alejandro Hope, no está abierto a interpretaciones, como dijo en diálogo con LPO.

Pero López Obrador replicó al ser cuestionado puntualmente sobre este tema: "Va a seguir siendo una institución de carácter civil, dependiendo de la Secretaría de la Defensa. Y vamos a esperarnos. Yo tengo la obligación y le diría moral, de defenderlo". Aunque al mismo tiempo dejo ver que tampoco es muy clara la ruta a seguir.

"Vamos a analizar cómo se puede llevar a cabo la reforma a la ley y al mismo tiempo, ya lo expliqué, vamos a presentar la reforma constitucional. Puede ser que encontremos un mecanismo legal que no requiera la reforma constitucional. Una ley y que no se viole la Constitución".

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El Presidente defiende que su intención es que, una vez que termine su gobierno no sé dé marcha atrás a la Guardia y tampoco se privatice, aseguró también que de esta manera no se podrá criticar que no se intentó cuidar de este cuerpo de seguridad, deslizando que si no se pone al resguardo de una institución de este calibre, "se echará a perder".

Otro argumento que da es que hay una buena evaluación actualmente sobre el Ejército y la Guardia Nacional por parte de la población; defiende también que no se trata de una "militarización" y que hay una perspectiva de derechos humanos, por lo que no hay torturas ni represiones.