Ante la controversia que desató el anteproyecto de decreto para que aviones de carga usen el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), Andrés Manuel López Obrador defendió que no se trata de una imposición y se está buscando el consenso con las partes implicadas.

"¿El decreto va?", le preguntaron desde la prensa hacia el final de su conferencia de este jueves. "Hay un trabajo de convencimiento" con agencias aduanales y directivos de aeropuertos para que los aviones de carga puedan usar la nueva terminal, respondió el presidente. "Se está avanzando bastante bien", dijo, aunque aseguró que se informará más cuando haya un resultado.

En ese sentido defendió: "Se está trabajando en ese sentido porque si hay una saturación en el AICM y tenemos espacios y condiciones de seguridad de agilizar trámites, de que mejoren todos los que se dediquen a la aviación o al transporte de carga".

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En su discurso fue insistente en que "no buscan imponer nada" y aseguró que esa ha sido la estrategia durante su gobierno: "No hemos actuado en nada de manera autoritaria, queremos buscar el acuerdo, el consenso", dijo.

Para ejemplificar esto, reveló también que tuvo ayer una reunión con empresarios de Canadá relacionados con el sector eléctrico que tenían algunas inconformidades. "Siempre estamos buscando la conciliación.

El tema surgió luego de que este martes, la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer) recibió un anteproyecto de decreto del Ejecutivo federal donde se expuso que por la saturación del espacio aéreo en el aeropuerto capitalino así como de sus edificios terminales era imperativo mover las operaciones de carga a otros aeropuertos de la red del sistema metropolitano.

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El planteamiento es que a partir del segundo trimestre de este año quedara cerrado el AICM para este tipo de operaciones, a fin de que se trasladaran al AIFA, terminal que aún no logra atraer un alto número de operaciones de aerolíneas, tema que también ha pedido el presidente que se atienda y llegó a acusar "resistencia" por parte de las empresas aéreas.

El anteproyecto tuvo quejas por parte de la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) que advirtió que hacerlo de manera apresurada podría afectar la cadena de suministro e impicaría un riesgo para la seguridad de operaciones, además de que consideraron poco alcanzable la meta del tiempo establecido.

López Obrador sin embargo justifica la medida ante la saturación del aeropuerto capitalino y la necesidad de evitar riesgos. "No queremos que suceda lo del aeropuerto de Nueva York", dijo en referencia a al choque de dos aviones en la puerta de embarque del Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, ocurrido el día de ayer, siendo el segundo accidente en los últimos días en la terminal aérea.