La directora del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), María Elena Álvarez-Buylla, quiere formar parte del próximo gobierno de Claudia Sheinbaum pero esta posibilidad se aleja por sus disputas con el sector científico donde la futura mandataria tiene múltiples contactos.
La funcionaria sería la responsable de supuestas amenazas y presiones en los 26 Centros Públicos de Investigación, mismas que concluyeron en el caos realizado en el CIDE hace meses.
Esto se suma a las críticas del sector que recibió tras sus resultados al final del sexenio: Creen que aportó a la mala gestión de la pandemia Covid-19 y que no gestionó bien la realización con el sector privado. La prueba de ello tuvo lugar esta semana.
Álvarez-Buylla se lanzó contra el empresariado en la conferencia matutina. "En sexenios anteriores fueron aumentando el nivel de fideicomisos, a través de estos fideicomisos, de manera opaca, con reglas a modo, se transferían a fondo perdido, para subvencionar sin siquiera estar dirigido a proyectos científicos o de desarrollo tecnológico", dijo en busca de la complicidad de Andrés Manuel López Obrador.
Su postura es notable. Atacó al sector privado que desarrolló, en plena pandemia, los ventiladores que luego México envió a otros países de la región. En cambio, sus ventiladores para enfermos de Covid fueron descartados, incluso por el entonces titular del Institutio de Nutrición, David Kershenobich, que ahora será secretario de Salud en el sexenio que viene.
Sheinbaum, en un gesto a los científicos, elevó el nivel de la Conacyt a Secretaría y nombró como titular a Rosaura Ruiz Gutiérrez, una académica de la UNAM que rechaza sumar a Álvarez Buylla en cualquier tipo de responsabilidad.
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