
Las conversaciones de las últimas horas entre Alejandro Moreno Cárdenas, la SecretarÃa de Gobernación y Dante Delgado para facilitar la licencia de Samuel GarcÃa al cargo de gobernador en Nuevo León y su posterior candidatura presidencial están generando mal clima en el entorno de Xóchitl Gálvez.
Es entendible: Samuel es un candidato que puede crecer en la contienda presidencial y complicar las posibilidades de la senadora en la disputa por el voto de las clases medias.
¿Qué negocia Alito a cambio de que los diputados locales del PRI y del PAN en Nuevo León otorguen la licencia a Samuel? Hay sospechas y comentarios de todo tipo, pero en Bucareli deslizan una lógica a la inversa: el dirigente nacional del PRI negocia bajo la presión de un expediente referido a su fabuloso patrimonio. No se tratarÃa de lo ya conocido sino un elemento novedoso y fulminante.
Estas conversaciones comienzan a instalar una realidad en el comando electoral de la senadora: tanto Alito como su segundo Marko Cortés son activos tóxicos para su despliegue presidencial. Y no solo por la percepción general sino por este tipo de negociaciones que no contribuyen a la candidatura.
Desde que Xóchitl se erigió como candidata a la Presidencia se encargaron diversos sondeos de opinión y varios focus groups. En todos los casos destaca el hecho de que mientras la senadora cuenta con un prestigio en su electorado, sus socios asà como los partidos que representan implican una carga negativa.
Será por eso que los encuestadores contratados por Grupo Reforma para asesorar a la candidata lanzan una pregunta crucial: ¿Xóchitl no supera los 28 puntos de intención de voto por estar asociada a Alito y a Marko?
Pregunta muy incómoda en el cÃrculo primario del comando electoral, especialmente si se considera que en el pasado el consultor Aldo Campuzano, que está con la senadora, trabajaba para Cortés y su mentor Santiago Creel, a quien le decÃa que medÃa quince puntos en una eventual candidatura presidencial. Un audaz.
Los empresarios que cultivan la nominación de la senadora le están recomendando evitar por completo cualquier aparición y foto con sus socios de los partidos polÃticos porque alegan que esas postales le quitan el hándicap de ser una outsider.
En el entorno de Alito se atajan con una lectura un tanto fantasiosa de lo que significará una candidatura de Samuel por MC. El dirigente tricolor cree que el gobernador y su partido están muy asociados a Morena y que por lo tanto le podrÃa restar votos a Claudia Sheinbaum.
En el campamento tricolor aportan además otro cálculo: dicen que llegado el caso, ya en plena campaña, Samuel se unirá a Xóchitl. Otro rasgo de cierta impericia: confÃar en ese factor es no conocer la personalidad del gobernador que ingresará en la campaña con un cálculo inverso y que consiste en rebasar a la senador y que finalmente sea esta quien se sume a su candidatura.
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