El gobernador de Sonora Alfonso Durazo no quiere postergar demasiado su arribo a la Secretaría de Gobernación: a pesar de que Claudia Sheinbaum descartó cambios en el gabinete, Durazo está acelerando las gestiones para reemplazar a Rosa Icela Rodríguez.

Su público objetivo son los gobernadores morenistas así como un puñado de senadores y diputados federales a quienes les pide apoyo y les asegura trato privilegiado en caso de despachar en Bucareli.

Según cuentan en su entorno a LPO, el gobernador cree que Sheinbaum no tiene en su staff un político de sus características, que pueda unir los dos polos de la 4T: Palacio Nacional y Palenque.

El cabildeo también llega a la presidenta. Durazo le comparte mensajes casi a diario, desde documentos académicos hasta artículos periodísticos pasando por diversas observaciones de la vida pública.

A los gobernadores les dice que ya no tiene mayores ambiciones y que, en esta etapa de su vida, quiere retirarse contribuyendo al proyecto político de Sheinbaum.

Cree que su aporte puede ser decisivo porque entiende que, salvo Omar García Harfuch, la presidenta tiene un entorno donde se imponen la amistad y las cuestiones personales por sobre la capacidad o el manejo del poder.

Cuando le mencionan el escándalo de Andy López Beltrán desliza que el hijo del expresidente sigue siendo un elemento valioso para el movimiento pero que debería enfocarse en construir un proyecto en la CDMX.

Días atrás otro gobernador le mencionó que algunas encuestas indican que la oposición podría triunfar en Sonora en 2027, algo que Durazo descarta de plano. "No iría por Segob si no tuviera controlado Sonora", deslizo.

En privado Durazo no descarta que Sheinbaum, al cumplir un año en el Gobierno, realice algunos cambios que darían cuenta de una mayor autonomía respecto a su antecesor. Cree que la presidenta está más tranquila por los últimos indicadores de la economía y que ha logrado contener a Donald Trump, lo cual le daría mayor capacidad para aplicar cambios en su staff.