Alfonso Cepeda, titular del SNTE, vive una fase de democracia interna con sabor amargo. El sindicato que conduce está celebrando elecciones en 32 secciones y las mismas destacan o por la baja participación o por el hecho de que su facción se impone en las mismas por menos del 10% de los votos.

Este fenómeno se observa en once elecciones realizadas en los últimos meses. Todavía faltan veintiun contiendas más. El retroceso fue advertido días atrás por Luis Hernández Navarro, editorialista de La Jornada y de buen predicamento en el gabinete de Andrés Manuel López Obrador.

Este declive genera inquietud cerca de la secretaría de Educación Pública, Delfina Gómez, porque ella cuenta con el SNTE para su campaña del año que viene por la gubernatura del Edomex. La sección 36 que funciona en dicha jurisdicción aglomera a más de 90 mil maestros. Cepeda le ha prometido que esa será una fuerza en su favor si obtiene la candidatura pero ahora hay dudas porque mismo en esa sección existen divisiones y el liderazgo de Cepeda no es indiscutido.

Cepeda es el sindicalista predilecto de Gómez en la SEP. Desde que reemplazó a Esteban Moctezuma, la secretaria cortó el nexo con las demas centrales del magisterio y le dio trato preferencial al SNTE.