El caso Debanhi fue la primera crisis de alta intensidad que le toco vivir a Samuel García como gobernador de Nuevo León. Más allá de la trama policial, marcaría el inicio de las hostilidades de MC con el PRI y el PAN que habrían de definir la primera mitad de su sexenio y la imposibilidad de su candidatura presidencial en 2024. 

A tres años, no hay resultados en la investigación, mientras tanto, el padre de la víctima, Mario Escobar, refuerza sus nexos al interior de la política.

Según pudo conocer LPO, luego de ser candidato a una diputación por Movimiento Ciudadano, Escobar Salazar ahora opera en la dirigencia municipal de dicho partido en Apodaca. Esto confirma su buena sintonía con el partido afín al gobierno estatal, además de con el ex priista, Óscar Cantú, quien trabaja en el área.

Este movimiento se llevó a cabo con gran hermetismo debido a las fechas del aniversario luctuoso de Debhani Escobar. En redes sociales, tanto el ex candidato como su esposa, Dolores Bazaldúa, aseguran que "no han estado cerca de la justicia", además de que han preparado celebraciones eucarísticas para recordar a su hija, entre otra clase de eventos.

Pese a que el caso lo sustrajo el actual fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, además del entonces subsecretario de Seguridad federal, Ricardo Mejía; así como a nivel local la Fiscalía de Nuevo León, no se ha logrado ningún avance concreto.

Incluso en 2022, la falta de resultados concluyó el cese de varios actores de la Fiscalía, principalmente su titular, Gustavo Adolfo Guerrero. A la par, se desencadenó una disputa entre el PRI-PAN y MC para posicionar a un Fiscal aliado, lo que derivó en un conflicto político de casi tres años.

Respecto al fiscal que llevó el caso, Adolfo Guerrero, tras dejar el cargo se ausentó de la escena política, inició su proceso de jubilación luego de casi 40 años en el servicio público y ahora despacha como titular de la Notaría Pública 152 en San Pedro Garza García.