La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) impuso una clausura total temporal de la descarga de aguas residuales a la empresa Ternium México en Puebla, ya que sus residuos se vertían en el río Atoyac.
La dependencia federal realizó una visita de inspección en el municipio de Xoxtla y tras certificar el incumplimiento a la normatividad ambiental por parte de la empresa, procedió con la clausura.
Esto formó parte de un operativo federal para sanear los tres ríos más contaminados del país: Atoyac, Tula y Lerma-Santiago; y significó un duro golpe para el CEO de la empresa en México, Máximo Vedoya, quien también funge como presidente de la Caintra.
Vedoya opera desde Nuevo León, donde se encuentra la matriz de Ternium y la que también ha sido señalada por emitir altos grados de contaminación en el Área Metropolitana de Monterrey. Al momento de los señalamientos de contaminación, tanto la industria como el ejecutivo estatal, se limitan a apuntar contra la refinería de Cadereyta de Pemex
El CEO de Ternium mantiene una gran sintonía con actores en todos los niveles de gobierno, y en Nuevo León aseguró que formará parte del plan Pigeca, invirtiendo una cantidad considerable para reducir contaminantes y cambiar normas en la materia.
En 2019 la empresa prometió igual una inversión de casi 29 millones de dólares en la sede de Xoxtla en materia ambiental, misma que hoy fue clausurada por contaminación.
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