El ex secretario de economía de Nuevo León, Fernando Turner, conversó con LPO y habló de los retos y oportunidades que implica, para el gobierno mexicano, la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Consideró importante cambiar las políticas comerciales, financieras y fiscales para alinearse con el país vecino.

También aseguró que no existe una figura de peso político para orquestar la negociación del T-MEC, así como para reducir la apertura comercial del país e impulsar un desarrollo de la IP nacional.

¿Cómo visualiza el panorama económico en NL y México tras el triunfo de Trump?

Para Nuevo León y México, la presidencia de Trump viene cargada de riesgos, pero también de oportunidades, todo depende de que se hagan los cambios que preparen al país para aprovecharlas. Trump lanza una bomba política en Estados Unidos que traerá cambios radicales, si en México no cambiamos nuestra mentalidad, nuestra política económica, sería muy complicado. Espero que el Gobierno de Claudia Sheinbaum sea flexible para entender esta situación y promover los ajustes necesarios.

¿Cómo se toman las "amenazas" de Trump sobre el ajuste en aranceles respecto a exportaciones?

Trump está planteando un cambio completo de paradigmas. Lo que había sido una aceptación total de una apertura comercial indiscriminada, que México también adoptó, dará paso a un comercio exterior más administrado. Creo que México no fue tan inteligente al abrirse tanto y acabó exportando a Estados Unidos productos importados de China o Asia.

A México no le conviene ser un país maquilador o ensamblador de partes chinas. La primera oportunidad con Trump es cambiar de mentalidad, tenemos que alinearnos con la política americana y canadiense, podríamos pensar en aranceles para Asia, ya que nos vende mucho pero nos compra muy poco... de otra manera las negociaciones serán complicadas. México debe aplicar la política comercial similar a la de Estados Unidos, y buscar que si los americanos, ponen aranceles a productos mexicanos, éstos no se apliquen al contenido regional y sean menores a los aplicados a los asiáticos.

¿El nearshoring mantendría su tendencia en los próximos años luego de que Nuevo León captó más del 70% a nivel nacional? ¿Se reducirán las inversiones?

Hay un área de oportunidad para que las inversiones que lleguen a Nuevo León y México sean mayores, más diversificadas, hay que profundizar esas compras nacionales. Ahora vienen empresas pero vienen con proveedores e insumos de sus países de origen, inducidos por la completa apertura comercial y por la sobrevaluación sistémica del peso mexicano, que subsidia a los insumos extranjeros y castiga a los mexicanos.

Si se cambia la política comercial y se busca un cambio competitivo, se restablecerían las cadenas productivas y aumentaría el contenido nacional de les exportaciones y fomentaría la creación de miles de empresas pequeñas y medianas

Con el papel que ha tomado Elon Musk en la campaña y ahora gobierno de Trump ¿Cómo analiza el futuro de Tesla en NL?

La entrada de Trump es positiva para Tesla, vemos que sus acciones han subido hasta 40%. Por otro lado, aplicar altos aranceles a los coches chinos también va a beneficiar a Tesla, entonces eso va a hacer que Tesla tenga interés de incrementar su capacidad de producción. La instalación de Tesla incluso es más probable que antes.

Aunque hay que decir que la demanda total de vehículos eléctricos en Estados Unidos no ha sido tan fuerte como se esperaba.

¿Cómo afecta en el panorama internacional la relación comercial de México con países asiáticos?

Debemos buscar lo mismo, la empresa que venga a ensamblar, ya sea americana o china, no tiene tanto impacto. Necesitamos que, por ejemplo, Tesla venga y se arraigue a nuestros proveedores nacionales, con productos mexicanos. La inversión extranjera en México representa el 15%-18% de la inversión total privada. El verdadero motor de México es la inversión nacional, hay que enfocarnos más en cómo hacer crecer las empresas locales. Los gobernantes se enfrascan en viajar, en traer empresas, pero lo importante es fortalecer nuestras empresas, que representan más del 80% de la inversión.

En este aspecto, el establecimiento de aranceles a los productos provenientes de países que no tienen reciprocidad con México y cuidar que el tipo de cambio sea competitivo, son dos acciones muy importantes.

¿Cómo considera que será la revisión del T-MEC ante un discurso tan radical como el de Trump?

No veo al Gobierno preparado, ni con un cambio de mentalidad que permita ir fortalecido a esta negociación, si se va a negociar para mantener las políticas económicas actuales va a ser una negociación fallida, no tienen capacidad digan lo que digan.

Si desde ahorita se analizan el cambio de políticas comercial, arancelaria y fiscal, y se deja de perder el tiempo con las reformas constitucionales dogmáticas, con los pleitos políticos y estos temas que nos ocupan todos los días, y se atienden los temas centrales que le interesan a nuestros socios comerciales y a los productores nacionales, y si somos proactivos y propositivos, se podría tener éxito. Si lo que se quiere es mantener las políticas vigentes y se privilegia lo político y las formas, la negociación será un fracaso.

Con Trump hay una gran oportunidad. Si Trump logra la mitad de lo que quiere hacer en cuanto a expulsar migrantes, habrá un severo faltante de mano de obra en Estados Unidos y las empresas que deseen relocalizarse, lo harán dónde haya personal disponible, es decir México. Pero si no se acelera el crecimiento económico de México esta inmigración será un problema grave que acentuará lo que ya tenemos. Para aprovechar esta situación, deben aplicarse políticas que faciliten la inversión privada nacional.

¿Qué opinión le merece que Marcelo Ebrard estará al cargo de la revisión del tratado?

No veo al gobierno federal preparado, ni al gobierno de Nuevo León preparado, ni a nadie en el sector privado. Todos están pensando en reaccionar ante lo que proponga Trump, buscando mantener una situación que ya requiere cambios fuertes, y eso no va a funcionar. No veo a ningún personaje capaz. Marcelo Ebrard es inteligente pero es un hombre transaccional, se sentará a negociar a que le vaya lo mejor posible, pero no tiene la visión del campo económico; no es propositivo y no tiene un peso político suficiente para proponer y lograr establecer las políticas económicas de las que hablamos

La Secretaría de Economía está a cargo de un personaje político; Pemex está en manos de un académico que no creo que vaya a durar ni año y medio, es un desastre; el Banco de México está enfocado exclusivamente en la lucha contra la inflación y la Secretaría de Hacienda es una caja distribuidora de fondos. No hay un director del tema económico. No se ve quién orqueste los cambios requeridos. Tampoco se ve que la presidenta haya detectado la necesidad de esa persona o que la esté buscando.