Ante la crisis que vive Nuevo León por la falta de agua, el gobernador Samuel García detiene su conflicto con la oposición y ensaya una tregua necesaria. Según pudo conocer LPO, el entendimiento existe desde hace diez días y consiste fundamentalmente en el cese de hostilidades con el grupo panista de Santa Catarina, el regreso del flujo de recursos a los alcaldes opositores y una actitud más conciliadora en los discursos del ejecutivo estatal.

Rumbo al momento más caliente del año, con grandes franjas de la zona metropolitana con problemas de agua y unas cifras de seguridad que de momento no arrojan los resultados esperados, el gobernador tomó la determinación de buscar un acercamiento con PRI y PAN.

El rimer gesto de distención se dio hace tres semanas cuando García se reunió con sus ex compañeros de legislatura. Allí el gobernador exhibió una sintonía fina con actores clave de de los partidos de oposición.

El tesorero Carlos Garza fue de los principales impulsores de la tregua. Tiene sentido: el Congreso opositor desde puede revisar cuentas públicas que le atañen, hasta dejarlo sin recaudación e incluso sin presupuesto.

El primer paso fue congelar las avanzadas judiciales contra los ex alcaldes panistas de Santa Catarina, Víctor Pérez y Héctor Castillo. Este es un dato no menor porque el conflicto se inició, justamente, cuando García activó pesquisas contra los actuales diputados federales. 

A la vez, desde Palacio de Cantera aseguran que volveran a fluir los recursos a los municipios gobernador por la oposición y, en las próximas semanas, habría una postal del mandatario con los alcaldes.