El conflicto entre el Gobierno de NL y el Congreso escaló un poco más hoy miércoles cuando PRI y PAN determinaron una huelga legislativa y el cierre de dicho poder de Estado luego de que Samuel García lograra un fallo federal en su favor que dice que el Congreso no puede recortar sus atribuciones ni condicionar decisiones de su administración.

Es un giro drástico porque el Congreso pasó de una hiperactividad de resoluciones y medidas contra Samuel a un "shut down" típico de los sistemas anglosajones.

La meta del PRI y del PAN es la de exponer que, por el presunto incumplimiento de ciertos acuerdos, el gobernador arrastra a Nuevo León a un estado de ingobernabilidad.

En la bancada de MC señalan a LPO que los legisladores solo pretenden adelantar sus vacaciones al haber instalado hace poco el voto a distancia desde dispositvos celulares, que el juez federal de Tamaulipas nunca ordenó que los diputados locales dejaran de trabajar y que todo sucede horas despúes de que Samuel llamara nuevamente al diálogo. En las próximas horas el Ejecutivo guardará silencio.

En MC alegan que es momento de reforzar una estrategia discursiva para instalar que el Congreso conducido por PRI y PAN es poco productivo y marcar una diferencia ostensible con un gobernador que se muestra hiperactivo, fundamentalmente desde el anuncio de la llegada de Tesla a la entidad. 

Se analizan además dos senderos judiciales. El primero tiene que ver con las posibles sanciones a las que quedan expuestos los legisladores por esta huelga que es un ejercicio inédito en la historia del Estado. El segundo es de tiro más largo y tiene que ver con la especulación sobre qué pensará la titular de la Suprema Corte Norma Piña sobre los dichos de ciertos legisladores respecto al juez tamaulipeco.