Al señalar una falta de acciones en contra funcionarios panistas por presuntos actos de corrupción, la bancada de Movimiento Ciudadano en el Congreso de Nuevo León exigió la destitución del Fiscal Anticorrupción, Javier Garza y Garza, a quien calificaron de "cómplice".

Garza y Garza llegó al cargo en el sexenio anterior con respaldo absoluto de PRI y PAN. Ya en ese entonces enfrentaba cuestionamientos por el presupuesto de su Fiscalía y la falta de resultados. Hoy martes se conoció que Zeferino Salgado, mandamás del grupo San Nicolás, tiene diversas propiedades en Texas que no coincidirían con su declaración patrimonial.

Garza y Garza tiene buena relación con Fernando Elizondo, ex gobernador del PAN y de buenos nexos con Palacio de Cantera.

Los legisladores naranjas cuetionaron al Oficial Mayor del Congreso, Alberto Cantú, porque este facilitó el tratamiento de una ley que le retira al Ejecutivo estatal el control de la UIFE. Según MC esto se realizó por fuera de los procedimientos reglamentarios

El líder de la bancada, Eduardo Gaona, aseguró que el fiscal teme al Grupo San Nicolás, liderado por el ex alcalde Salgado y por el coordinador de los diputados panistas Carlos de la Fuente.

"Le decimos al fiscal corrupción (Garza y Garza) que, si ya no puede, pues se vaya y si no investiga, que deje a otro que se vaya a investigar, que se investiga en estos hechos y los actos de corrupción que hemos tenido, para eso estamos aquí enfrente, para mostrar el trabajo, pero también para exigir", declaró el diputado y habló sobre su colega, de la Fuente "se vienen dando momentos de desesperación en el PAN de San Nicolás, se están proponiendo barbaridades. La gente los votó para estar atentos a temas, en lugar de estar ayudando, están estorbando", dijo.

Hace dos semanas, tras una reunión con ex gobernadores, Samuel García acusó que la Fiscalía Anticorrupción estaba secuestrada por un grupo político y pidió la renuncia del fiscal pues aseguró que había carpetas de investigación que su equipo había elaborado por siete meses y por presión no han tenido avances.

"Presentas la carpeta y recibe una llamada de esa famosa mesa y, o congela el asunto o libera al vinculado o al delincuente, una llamada, ni siquiera una prueba, un amparo, o un desahogo de una apelación, una llamada", declaró.