La aprobación de la reforma judicial en el Congreso de Nuevo León luce compleja ante una división polÃtica visible: Movimiento Ciudadano duda ceder sus votos a favor de Morena y la 4T necesita más que 21 legisladores para romper la igualdad con el Frente.
Los diputados de MC no han expuesto su postura sobre dicha reforma y si la homologarán a nivel local. Fuentes cercanas al partido, dicen que priorizarán la lÃnea de los diputados federales, mismos que votaron en contra de la reforma en San Lázaro, incluyendo el presidente a nivel estatal, Miguel Sánchez.
El problema frente a este panorama es que Morena le ha pedido dos cosas hasta ahora al gobernador Samuel GarcÃa para poder transitar: que no le quite diputados a su bancada y que apoye la reforma en el legislativo local.
Para el gobernador es complejo no solo por lo que la reforma implica en su electorado sino también por la serie de litigios que lleva adelante contra la oposición en diversos tribunales donde la reforma es rechazada.
Con este panorama la negociación de la reforma judicial en Nuevo León se vuelve clave, ya que si MC no cede sus votos, los partidos de la 4T no podrÃan negociar con el frente, principalmente con el PRI, algunas oficinas importantes y la reanudación de la actual legislatura con una mesa a modo sin el partido afÃn al gobernador.
Los actores de Morena entienden que pueden tener beneficios en la mesa directiva y en oficinas clave si negocian con la oposición, especialmente si puden acordar con el PRI la gestión de normas que constituyan la agenda polÃtica de la 4T en la entidad norteña.
El hecho de que el Congreso NL sea uno de los 17 legislativos que aprueben en su totalidad la reforma a nivel federal, será un asunto clave para la relación de Samuel GarcÃa con la federación, desde donde ya lanzan indicaciones a los diputados de la 4T a trabajar sin coacción de otras fuerzas polÃticas.
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