Tras el asesinato del secretario de ayuntamiento de Linares, Juan Pulido Díaz, el gobierno de Nuevo León, mediante Fuerza Civil, tomó la policía local del municipio. Además del homicidio del funcionario público, se había desatado varios actos de violencia en la ciudad citrícola donde presuntamente estaban relacionados elementos policiales.

El gobernador Samuel García detalló que, con apoyo de la Fiscalía local, se detuvo a uno de los tres implicados en el ataque directo a Pulido Díaz. Aseguró que una de las líneas de investigación presuntamente conecta con policías municipales, por lo que ya tomaron la seguridad del municipio mediante el Operativo Muralla.

"Es muy delicado, hablé con el Fiscal General en la mañana, desgraciadamente hay algunos municipios fuera de la zona metropolitana que se manejan a la antigua que no son transparentes, que no colaboran con la mesa de seguridad estatal", dijo el mandatario.

"El Fiscal me dijo que mañana nos va a dar novedades porque ya agarraron al delincuente, pero más que eso, queremos ver qué hay detrás, se habla de policías infiltrados", agregó.

Desde inicio de año el municipio rural de Linares ha sufrido una escalada de violencia: Su director de tránsito, Apolonio Rodríguez, sufrió un atentado; un policía fue abatido con arma de fuego, y elementos policiales locales fueron señalados por la desaparición de dos personas que presuntamente fueron arrestadas; el límite fue el asesinato de la mano derecha del alcalde.

Estos actos, en un municipio demográficamente pequeño, golpean la marca de Morena y su alcalde Gerardo Guzmán González, quien con una movilización intensa logró gobernar un bastión perteneciente a la oposición PRI-PAN.

También complica la intención de Guzmán González de realizar otro trienio al mando del ayuntamiento, así como la de aliados, que buscan permear en el sur del estado, como Raphael Martínez, ex tesorero, que recientemente dejó la administración para armar un proyecto en Santiago.