La respuesta frontal del alcalde regio Adrián De la Garza al veto del gobernador Samuel García respecto a lo aprobado por el Congreso en materia electoral deja traslucir la verdadera inquietud en el armado opositor: producto de la reforma electoral que impulsa Claudia Sheinbaum, la certidumbre sobre la cuestión de género para la candidatura a la gubernatura podría llegar recién a mediados del año que viene.
El Frente PRI-PAN contempla esta semana como una cuestión vital sale de la esfera estatal para afincarse en la CDMX, donde, luego de los debates que coordinará Pablo Gómez, se debe esperar a las estipulaciones del INE y luego, desde ya, el esperable litigio judicial con parada obligada en la Sala Superior de un Trife muy influenciado por Palacio Nacional.
En el War Room del alcalde de Monterrey conocen de primera mano que la idea de Sheinbaum es no tener limitación alguna para ubicar candidatos en los estados en 2027 pero, también es cierto, que el debate abrirá una discusión con margen para un final imprevisto y, fundamentalmente, donde la oposición tiene poca capacidad de negociación.
La eventual caída de la candidatura de De la Garza regresaría todo el armado opositor a fase cero porque el Frente, además de encumbrar una candidata, pasaría a estar en discusión el propio ensamble electoral: De la Garza hoy por hoy es la única figura que asegura una cohesión PRI-PAN.
Esa sociedad, en las mesas más decisivas de la CDMX, está solo contemplada para Nuevo León y siempre bajo la lógica de que es la última vez: gane o pierda De la Garza, tras la gubernatura el PAN debería comenzar a transitar en su fusión con MC.
Respecto a las eventuales candidatas, de momento solo aparecerían las mismas aspirantes a la sucesión del alcalde regio: Lorena De la Garza, que es quien mejor cabildeo tiene en el PAN, Karina Barrón, allegada al dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas y, como instancia final, Ivonne Álvarez, que ya perdió en el 2016 y que, según diversos sondeos, tiene fuertes objeciones en los sectores medios del electorado.
En la faceta alterna de los acontecimientos, el entorno del alcalde está convencido de que, si se supera la cuestión del género, la ruta hacia Palacio de Cantera es inexorable, producto del descontrol interno de Morena como también de las tribulaciones de gestión de MC. El plano local de la contienda es entendido como la arista más consolidad. El problema está en la CDMX donde, en definitiva, se decidirá todo.
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