Es imposible entender que Morena haya dejado de lado una candidatura consistente en un municipio clave como Guadalupe sin entender el nivel del acuerdo que ha alcanzado el gobernador Samuel GarcÃa con la 4T.
Se trata de alcanzar una nueva dicotomÃa en la entidad que oscila entre MC y Morena y margine asà a una tercera posición al Frente PRI-PAN.
El mandatario logró desactivar la candidatura de Tomás Montoya para que MC tenga más chances en la disputa por el Congreso local, que es la contienda primordial en la elección de junio porque va a definir la segunda mitad del sexenio naranja. Un acuerdo similar se busca desde Palacio de Cantera en dirección a Apodaca y con el foco en las diputaciones locales de dicho municipio.
Son acuerdos que además se vuelven urgentes porque los números de las candidaturas locales de MC al Congreso local distan de ser los esperados.
En Monterrey, por ejemplo, en los cinco distritos locales llevan la ventaja o bien candidatos del Frente o bien de Morena. Hecho que coincide con la ventaja indiscutible que ostenta Mariana RodrÃguez en la capital estala.
Los acuerdos del gobernador con la 4T se han logrado al máximo nivel y en el plano local tienen el impulso del Grupo Escobedo que tiene una buena sintonÃa con Samuel.
Debe decirse, esa facción del morenismo impulsaba a Daniel Torres en Guadalupe, que en un principio tuvo el aval de MC pero luego se entendió que habÃa riesgos menores con la nominación de Arturo Benavides.
Una incógnita en el corto plazo es que sucederá con la estructura electoral de Montoya: luce difÃcil pensar que ese aparato trabajará para el candidato moreno a cambio de que Montoya sea legislador local.
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