En las últimos horas Luis Donaldo Colosio se encargó de volver a insistir en que no contenderá por la presidencia en 2024. Se trata de una estrategia a doble banda porque en paralelo a que se descarta para competir contra Morena, el alcalde comienza a instalar en diversos ámbitos que podrÃa cuestionar ciertos aspectos de gobernabilidad del Gobierno Federal.
Según pudo conocer LPO, Colosio está negociando diversos apoyos para el municipio de cara a 2023. Esta conversación transcurre bajo el entendido de que Colosio no busca la presidencia a cambio de que la Federación lo ayude en su gestión.
En ese sentido fluyeron las últimas conversaciones que Colosio ha sostenido con Claudia Sheinbaum y con Marcelo Ebrard. El acuerdo es similar en ambos casos: pacto de no agresión hacia 2024. El alcalde no atacará a los aspirantes en ningún momento a cambio de sus futuros apoyos. Para entender: a Colosio le gusta la idea de ser embajador ante la ONU en el próximo sexenio y para eso es crucial el guiño del próximo presidente.
Esta óptica explica muy abien además el giro que hay en el staff de Colosio: la prominencia de Laura Ballesteros por sobre AgustÃn Basave. La primera es más funcional para estos planes que el segundo, que estaba sumamente interesado en que Colosio sea candidato presidencial.
La realidad es que Colosio aceptarÃa la candidatura presidencial solo en el entendido de un gran acuerdo opositor que él no está dispuesto a generar: deben organizarlo sus propios protagonistas y luego buscarlo a él como candidato.
A Colosio lo han buscado algunos de los principales exponentes del empresariado nacional y han intentado múltiples formas de convencerlo. Pero siempre se han topado con la misma negativa en forma de pregunta: ¿Por qué debo solucionar algo que yo no contribuà a descomponer?
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