En medio del incremento de contagios a nivel mundial, de las presiones inflacionarias y la incertidumbre sobre las políticas que asumirán los países, el Banco Mundial advirtió riesgos para la recuperación económica global. En ese contexto, descarta que se cumplan las proyecciones del gobierno de que el PIB mexicano crezca en 4.1% al cierre de 2022.

En el documento de proyecciones difundido este lunes, la organización multinacional estimó que el Producto Interno Bruto (PIB) de México solo crecerá 3% este año, bajo la expectativa de que los cuellos de botella de las cadenas de suministro persistan durante la primera mitad del año, mientras que la demanda externa se verá limitada por la desaceleración del crecimiento de Estados Unidos.

Desde Banxico advierten que es posible que la inflación no haya alcanzado su nivel más alto

A nivel interno advierten que la política monetaria se endurecerá, es decir, esperan más alza en las tasas de interés debido a las presiones inflacionarias que siguen al alza, y advierten que estiman que la austeridad fiscal continuará en el corto plazo.

Cabe decir que contemplan que en 2021 el crecimiento económico mexicano tampoco se ajustará a lo estimado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SCHP) en 6%, pues prevén que más bien sea de 5.7%, en tanto que para 2023 esperan un crecimiento de 2.2%.

"Desaceleración mundial hasta 2023"

Estas proyecciones se enmarcan en la expectativa de que el crecimiento mundial se desacelerará hasta el 2023, previendo con ello un "aterrizaje brusco" en las economías en desarrollo, derivado de las variantes de la COVID-19 y el aumento de la inflación, la deuda y la desigualdad de ingresos.

La inflación, al centro de las preocupaciones mundiales, se explica por la consolidación de la demanda asociada con la reapertura económica, al incremento de los precios de los alimentos y la energía, a las interrupciones en la producción de electricidad relacionadas con el clima y, en algunos países, a la depreciación de la moneda y los fuertes incrementos en la masa monetaria.

Agregó que países como Brasil, Chile y Paraguay, están sufriendo la peor sequía en décadas, lo que hace necesario utilizar combustibles fósiles más costosos para producir la electricidad habitualmente generada a partir de la energía hidroeléctrica.

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De acuerdo con el banco se estima que se confirme un crecimiento mundial de 5.5% para 2021, mientras que para este año sea de 4.1%, pues señalan que "la rápida propagación de la variante ómicron indica que probablemente la pandemia continuará afectando la actividad económica en el corto plazo".

Para 2023 el crecimiento mundial estimado es de 3.2 %, "a medida que la demanda reprimida se disipe y vaya disminuyendo el nivel de apoyo fiscal y monetario en todo el mundo".