Las últimas definiciones de Ricardo Anaya ante las principales figuras del PAN permiten entender cuál es el rumbo del albiazul hacia la cita electoral del 2021. La influencia del queretano se mantiene sin alteraciones a pesar de la fuerte derrota que sufrió el año pasado, cuando ya varios liderazgos del partido lo hacían fuera del tablero de poder. Marko Cortés se ha convertido, hoy por hoy, en el nexo coordinante entre los gobernadores y su jefe. Un papel del que intenta desmarcarse, aunque sin éxito.

Anaya trae un cálculo que dice que en el 2021 el PAN tiene que ganar cien distritos federales para San Lázaro. Es la única posibilidad, añade, de llegar con ciertas posibilidades a la presidencial del 2024. Entiende que con esos cien escaños sumados a los plurinominales y los diputados por minoría el PAN se consolidará como un opositor con mayor peso específico.

El ex candidato viene a proponer un regreso al panismo más clásico: un partido de derecha, conservador y para las clases medias de las ciudades intermedias. De ahí también otra de las claves que aporta para 2021: el regreso de figuras históricas que quedaron relegadas en los años recientes.  

Anaya quiere como candidatos a los ex gobernadores de Nuevo León Fernando Canales, de Jalisco Francisco Ramírez Acuña, de Guanajuato Miguel Márquez e incluso al ex presidente Vicente Fox. Habla de un dream-team de figuras de primer nivel que refuercen el dogma partidario.

La construcción también va hacia afuera. Según Anaya es preciso evitar cualquier tipo de confrontación con Felipe Calderón y su nueva formación Libre, que llegará a la elección en 2021. Calcula que el ex presidente logrará entre 20 y 25 diputados federales y que estos deberán jugar en bloque con el PAN. ¿Habrá un acercamiento, después de la reciente pelea con Margarita Zavala?