La tesis del hombre de la Casa Blanca para la región. Los demócratas buscan claves y siguen de cerca la elección del domingo. Mundos paralelos antes del verano electoral en EU |
El encargado para América Latina de la Casa Blanca, Daniel Erikson, que este fin de semana estará en El Salvador para la toma de protesta de Nayib Bukele, compartió en las últimas horas, en el ámbito diplomático, algunas ideas sobre la contienda presidencial mexicana que dan pistas, además, de la propia lectura de Joe Biden que contenderá por su reelección en noviembre.
Los demócratas ven lugares comunes en ambos procesos y toman nota. Un tema recurrente es la combinación de una macroeconomÃa estable sumada a la ampliación de ciertos derechos sociales.
Erikson, que además conoce mucho México por razones personales, cree que el desempeño económico de Biden y de Andrés Manuel López Obrador es parecido: buen número de empleo, inflación controlable o a la baja y buenos datos de inversión.
En cuanto a los derechos adquiridos, de acuerdo con esta tesis, en México serÃan los programas sociales del oficialismo y en Estados Unidos las leyes que protegen el aborto. Dos cuestiones con lugares centrales en los debates de cada paÃs y que ambos oficialismos dicen que la oposición eliminarÃa. De hecho, semanas atrás el periodista Alex Leary publicó en The Wall Street Journal que en los estados fronterizos la prevalencia de las leyes que facilitan el aborto ya son un tema más importante al momento de decidir el voto que la migración. En tercer lugar, aparece la economÃa.
El hombre de la Casa Blanca para la región también advierte la prevalencia que tiene Morena en los sectores más vulnerables y hace un paralelismo con Biden y su fuerza en el electorado afroamericano, el mismo que le dio en 2020 la candidatura demócrata y luego la presidencia. En dicho año, el favorito para ser candidato presidencial era el senador Bernie Sanders, pero Biden arrasó en el caucus de Carolina del Sur, con 48% de los votos y allà comenzó a enderezar sus aspiraciones.
La consonancia también está en la cúpula empresarial. Asà como López Obrador generó una sintonÃa con el poder económico mexicano que explica que, por estas horas, los mercados se mantienen estables ante una probable continuidad morenista, Biden exhibe un buen predicamento con los magnates de su paÃs.
Recientemente, el periodista Serge Halimi recordó en Le Monde Diplomatique que en 2020 alrededor de 230 millonarios aportaron a la campaña demócrata. Casi 100 más de los que avalaron a Donald Trump.
Un rasgo que prevalece si se considera la última cena de gala en la Casa Blanca, el pasado abril, cuando Biden se congració con el premier japonés Fumio Kishida y hubo asistencia casi perfecta del poder económico. El presidente, para evitar favoritismos entre tantos empresarios, sentó en su mesa al actor Robert De Niro, tal como relató Katie Roger en The New York Times.
Frente a los paralelismos aparece una disonancia que se resolverá este domingo. Los demócratas creen que la reelección de Biden será ajustada mientras que en Palacio Nacional se habla de una ventaja en torno a los 15 puntos. El resultado es clave en Washington porque allà prima la idea de que si Sheinbaum no gana de modo arrasador deberá ir más hacia el centro que López Obrador y allà pueden aparecer mayores sintonÃas y ganar peso figuras de buena relación con los demócratas, como el excanciller Marcelo Ebrard.
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