El ministro Arturo Zaldívar, presidente de la Suprema Corte de Justicia, participó en la ceremonia de inauguración de la capacitación en materia de Crimen Organizado Transnacional y Grupos en Situación de Vulnerabilidad en América Latina, brindada por el PAcCTO Europa - Latinoamérica. En el acto, el ministro aseguró que es necesaria "cooperación internacional" para combatir al narcotráfico.

"Se requiere una cooperación internacional precisamente porque, como ya se dijo aquí, el crimen organizado es transnacional. Por un lado, el poder económico que tienen estas mafias y estas organizaciones criminales les da posibilidad de ocultar su ruta criminal de manera muy eficaz, no solamente a través del poder económico para corromper, sino a partir de una serie de subterfugios tecnológicos y de otro tipo", dijo Zaldívar Lelo.

Por su parte, el embajador Gautier Mignot, Jefe de la Delegación de la Unión Europea en México, completó las palabras de Arturo Zaldívar y aseguró que la delincuencia organizada supone un desafío para las sociedades de los estados modernos, "sin excepción", gracias a su volumen su capacidad de utilizar las ventajas que ofrecen las comunicaciones y el sistema financiero y puntualizó.

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"La gran criminalidad no puede combatirse desde el esfuerzo individual de los estados modernos, por muy sólidos y estables que parezcan, porque hoy es en gran parte transnacional y, por lo tanto, la cooperación judicial entre los estados es cada día más una herramienta indispensable", dijo el embajador Gautier Mignot.  

Respeto a los derechos humanos

Los Estados democráticos tienen el reto de combatir de manera efectiva a la delincuencia organizada, protegiendo a las víctimas y respetando los derechos humanos, aseguró Arturo Zaldívar. "En el Poder Judicial de México estamos comprometidos por una justicia con perspectiva de derechos, por una justicia que respete el debido proceso, la presunción de inocencia y todos los derechos humanos fundamentales", dijo.

"Pero también que proteja a las víctimas y que sea enérgica, porque el reto de los estados democráticos es perseguir la delincuencia con efectividad y eficacia pero con absoluto respeto a los derechos humanos", insistió. "Requerimos que este trabajo que nos toca hacer tenga las herramientas de los conocimientos técnicos para poder valorar y ponderar efectivamente qué tipo de problemas y de delitos estamos conociendo".

"Y con qué instrumentos podemos dictar medidas precautorias y sentencias incluso que no se queden en un formalismo y que no salgamos con subterfugios precisamente ante la ignorancia de esta sofisticación de la delincuencia que requiere respuestas judiciales", agregó.