De momento no tiene efecto en la Corte Suprema la reforma que impulsó el oficialismo para que el máximo tribunal no pueda revisar cuestiones constitucionales. El Gobierno hizo el cálculo de que esta última innovación podÃa disuadir a los ministros de que este martes tumben la reforma judicial. Pero las señales que llegan de la calle Pino Suárez son de radicalización.
Norma Piña asegura tener ocho votos firmes para no solo aprobar el proyecto José Luis González Alcántara, que pide revisar nuevamente la reforma judicial desde lo legislativo - una salida salomónica y un atajo para Palacio Nacional -, sino que está lista para incorporar cambios a ese proyecto y fulminar la reforma enteramente. Doblar la apuesta y que cuando Claudia Sheinbaum diga que no acata el paÃs quede sumido en una crisis institucional de impacto inmediato en el público inversor y en los socios comerciales de América del Norte.
Piña utiliza en su favor, para su narrativa interna, el agravio de la presidente para con los ministros por las pensiones que recibirÃan una vez que dejen el máximo tribunal. Habla de una traición expuesta y asà suma apoyos para llevar la pelea hasta el final.
La ministra está convencida de que la principal herida de no acatar será Sheinbaum. Estima que en los próximos meses México será expulsado del sistema penal regional e internacional, tal como sucedió con Venezuela. "No acatar lo que dice la Corte Suprema no ocurre en los paÃses serios de Occidente", desliza al tiempo que vincula esa represalia con la próxima renegociación del T-MEC. Traza asà una lÃnea temporal que termina en el desastre ecomnómico.
En el Gobierno el clima es enrarecido. La reforma solo es defendida públicamente por Sheinbaum y algunos senadores y diputados que solo trabajan para la feligresÃa morenista. El silencio absoluto de Marcelo Ebrard y Rogelio RamÃrez de la O está generando mucho nerviosismo en el empresariado.
Un sigilo que se complementa con el comunicado del FMI de este viernes que le asigna a México una lÃnea de crédito por si "llegara a suceder una situación de inestabilidad".
En la cúpula del poder económico se ha instalado en las últimas horas una lectura sobre lo que viene para el paÃs si Sheinbaum no acata a la Corte: México será una republica de menor intensidad y su destino es una deriva de problemas macroeconómicos como ocurre con Argentina o, directamente, el autoritarismo de Venezuela. O como resumÃa ayer un banquero en el Club Campestre de San Pedro Garza GarcÃa: "Se podrá seguir ganando dinero pero el paÃs será menos vivible".
Notable: la noche que ganó las elecciones, Sheinbaum se comunicó con lÃderes occidentales y habló de un proyecto de socialdemocracia. Leyó un guion escrito por Juan Ramón De la Fuente que lo que más pretendÃa era despejar cualquier temor bolivariano. Pero la semana que viene México puede quedar demasiado cerca de esa frontera.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.