
César Yáñez inauguró una dura tradición para la 4T. Una pena por las parejas pues se dice que lo que mal comienza, mal acaba. |
Algo pasa con las bodas de la 4T que terminan en escándalo. Una pena por las parejas pues se dice que lo que mal comienza, mal acaba. Hay que dejar en claro que hablamos de la cuatro té, no de la izquierda mexicana porque esa ya no existe. En la izquierda ni se casaban, les valÃa madre, o por lo menos eso decÃan. No era muy revolucionario eso de casarse. Pero bueno, las cosas cambian y cuando llegó el lópezobradorato, llegaron las bodas del bienestar que son una forma del escándalo.
La primera fue la de César Yáñez, un cercanÃsimo colaborador de López Obrador por más de veinte años que estuvo a su lado en las épocas más duras del lÃder populista, cuando acumulaba negativos y todos los daban por perdido. Ahà estuvo César con él.
Pero César se enamoró y se casó. La novia, una empresaria con dinero, echó la casa por la ventana y los novios corrieron con los gastos de la gran fiesta. Como era el nuevo gobierno todos los invitados se hicieron presentes, empresarios, comunicadores, polÃticos. Las revistas de sociales y del corazón dieron parte del evento con fotos y crónicas de la fiesta tan fifÃ. Era una boda que AMLO hubiera calificado de conservadora, excedida, simbólica de la clase en el poder. Al parecer el presidente montó en cólera y César fue fulminado del equipo presidencial por haberse casado y celebrado su boda en todo lo alto.
Después vino el bodorrio del licenciado Santiago Nieto que estaba al frente de la Unidad de Inteligencia Financiera. Desde ahà se convirtió en el azote de la 4T de polÃticos y empresarios. Cuentas y operaciones financieras de los enemigos del régimen aparecÃan en los medios de comunicación como formas de extorsión y de difamación pública. Poderoso era don Santiago. Pero nada se puede contra el amortz (asà se le dice hoy).
Se enamoró perdidamente de Carla Humphrey, combativa abogada especialista en lides electorales y consejera del INE. Cruzaban mensajes en redes sociales rebosantes de la mieles de la pasión. Y se casaron. Armaron una boda en Guatemala. Varios de los invitados no eran del agrado del presidente - ya todos sabÃan de que era amargoso para los festejos- y pues a saber quién filtró el tema del festÃn matrimonial y se reveló la presencia de invitados impresentables para el lÃder moral de don Santiago.
Además, se supo que la fiscalÃa guatemalteca incautó en un avión privado que llegó para la boda una maleta con miles de dólares en efectivo. Una de las asistentes era la secretaria de Turismo del CDMX y tuvo que renunciar al saberse involucrada en lo de las cantidades en efectivo. La boda terminó en boca de todos. El presidente calificó de escandalosa la situación. Nieto renunció a los dos dÃas de casado.
Hace unas semanas se reveló en un diario nacional la mesa de regalos para boda que la gobernadora de Guerrero - un estado devastado por el crimen y las tragedias naturales- habÃa puesto en una tienda de lujo. Se sabe, las mesas de regalos son una suerte de lista en la que los novios ponen las necesidades que tienen para armar su casa en toda la forma. El tostador, la licuadora, el horno de microondas, los cubiertos y platones, las pantallas gigantes, la aspiradora, en fin, lo necesario para el hogar.
Todo indicaba que la gobernadora Evelyn Salgado y su prometido ya tenÃan solventadas esas necesidades. Ciertamente hay una edad en la que se supone ya se tiene la vajilla y otros enseres y se tienen otras necesidades. En este caso en concreto lo que necesitaban los novios era cash.
Ante el temor de la avalancha de licuadoras, mejor el efectivo que igual se puede gastar en el famoso viaje de bodas y entregarse a los menesteres de la pasión sin preocupación de cómo se pagarán las cuentas. El asunto se tornó en escándalo. Ya no estaba el amargueta de López Obrador, pero se sabe que la presidenta es austera. Doña Evelyn no solamente retiró la mesa de regalos del lujoso almacén, sino que anunció que ya no se casarÃa y acusó a la misoginia de algunos la difusión de su enlace. Se acabó la mesa, se acabó la boda, se acabó el amortz.
En estos dÃas se dio a conocer que un funcionario de la diplomacia mexicana muy cercano a la canciller de López Obrador y hoy secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcenas, dispuso de instalaciones públicas para su boda con un diplomático rumano.
El amor desenfrenado no sabe de recursos públicos. Con el corazón alborotado don MartÃn Alonso Borrego se inventó un evento diplomático disfrazado de boda. O al revés. Y entonces consiguió un palacio para festejar su pasión amorosa. Claro, hay idilios que solamente se viven una vez y para los que vale la pena utilizar, por ejemplo, del Museo Nacional de Arte. Y eso precisamente hizo don MartÃn.
Una boda en un recinto público con la jefa de invitada y con el magnÃfico escenario del Munal. Claro, todo se descubrió. Como buen enamorado, MartÃn mintió. Negó la boda, alegó un evento con la diplomacia rumana. Pero salió el video del brindis en el que todo era dicha y felicidad. Don MartÃn fue cesado fulminantemente por una de las invitadas a la boda.
Las bodas no parecen estar hechas para quienes participan activamente en la cuatro té. Tendrán que buscar otras formas de celebrar el amortz en tiempos de transformación.
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