
El domingo tuvimos dos resultados al mismo tiempo: el fracaso del proceso electoral y la consumación del golpe polÃtico más fuerte de la 4T. |
Que la elección dominical haya sido un fracaso numérico y de convocatoria no significa que el objetivo principal del morenismo no se haya cumplido. Se cumplió cabalmente: se quedaron con el Poder Judicial, se acabó la división de poderes. De los nueve del acordeón entraron los nueve. A la mejor a ese "éxito" se refiere la presidenta Sheinbaum cuando habla de lo "maravilloso" que le pareció el domingo.
Quizá se trate del regreso de "yo tengo otros datos", la famosa frase de López Obrador con la que evadÃa una confrontación y daba por cancelado un intercambio de opiniones. Se sabe que los gobernantes suelen tener su mundo aparte, su realidad alterna donde todo funciona espléndidamente, la gente es feliz y aplaude todas las decisiones tomadas por sus lÃderes en el poder. Se sabe también que esto es un engaño y, tarde o temprano, se dan cuenta de que su mundo paralelo no existÃa más que en su mente, en sus otros datos.
Con lo sucedido el domingo tenemos ambas cosas: el fracaso del proceso electoral y la consumación del golpe polÃtico más fuerte contra nuestra democracia. La derrota de la farsa comicial y la consumación de la abducción de Poder Judicial por parte el Ejecutivo son la clara manifestación de que en México ya no hay división de poderes. Es posible que esto también sea lo que le parece maravilloso a Sheinbaum y, en ese sentido, es todo un éxito para ella y los suyos.
En el acomodo de los otros datos, Sheinbaum dijo que la oposición recibió menos votos en 2024 que su elección judicial. Eso según como lo quiso manejar porque el resultado fue que Xóchitl tuvo 16 millones de votos -ciertamente muy por debajo de los 35 que obtuvo Claudia-. En fin, resulta extraño que se compare con el PAN y con el PRI. Lo mismo hizo en su análisis de las elecciones locales donde según ella a su partido le fue muy bien, mientras los demás creemos que les fue mal por la cantidad de municipios que perdieron (en Durango quedaron en tercer lugar).
Tenemos entonces los dos resultados. La pretensión de darle un barniz de legitimidad democrática por la vÃa del voto popular a la desaparición de un Poder Judicial medianamente autónomo, lo cual fue un desastre y la consumación del golpe tan deseado por López Obrador de acabar con quienes se le opusieron a sus delirios. Ganó él, no cabe duda. ¿Qué tanto ganó Claudia? Ya veremos. La Corte se convertirá en otro elemento de grilla gigantesco que muy posiblemente estará fuera del control de la presidenta - como están el senado y los diputados-. No se ve fácil que encuentre un control rápido en la Corte - que se supone es de ella como ninguna antes en los últimos treinta años fue de un titular del Ejecutivo-. El berrinche de Lenia Batres por no haber ganado la presidencia de la Corte ante el sorpresivo triunfo de Hugo Aguilar, es una muestra de la Corte que viene. No estará fácil.
Por lo pronto esperemos que con los comicios del domingo dejemos atrás esta amenaza de volver con lo de "yo tengo otros datos" porque eso no depara nada bueno.
@juanizavala
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