Durante su viaje a Bali para participar en la reunión del G20 , Alberto Fernández, presidente de Argentina, sufrió una descompensación que prendió las alarmas del gobierno. La situación grave fue que el gobierno argentino no cuenta con un avión privado para atender y transportar de emergencia el mandatario, pues el Tango 01 que se adquirió durante el menemismo ya se encuentra fuera de circulación.

Entonces, después de algunos años, el gobierno argentino ha decidido adquirir un avión Boeing 757-256, modelo 2000, con un costo de 25 millones de dólares, que el propio gobierno argentino ha decidido pagar a través de abonos.

La compra de este avión es otro trago amargo en la relación entre el presidente argentino y Andrés Manuel López Obrador, pues a mediados del presente año, el mandatario mexicano ofreció el avión mexicano que se adquirió en el sexenio de Enrique Peña Nieto y que se ha vuelto en uno de los temas más enquistados en el sexenio del tabasqueño.

"Ya se agotó la capacidad de tiempo de vida útil del avión presidencial de Argentina, por eso les dijimos llévense el avión nuestro, además es un gobierno amigo", mencionó AMLO durante una mañanera, incluso ofreció a Alberto poder liquidarlo a pagos.

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Y es que los malestares entre ambos mandatarios comenzaron desde que Fernández decidió participar en la "Cumbre de las Américas", decisión que molesto a López Obrador pues asumió que lo acompañaría en su postura de no asistir a la cumbre si no se invitaba a los presidente de Venezuela, Cuba y Nicaragua.

Luego, la relación se volvió a tensar cuando Argentina no apoyó la candidatura de Gerardo Esquivel a la dirigencia del BID: "Argentina decide apoyar al candidato de Washington porque está en una situación difícil y nosotros decidimos respetar ese punto de vista. Pero nosotros ya no queremos eso. Como es un pueblo hermano y muy cercano a nosotros, si les va ayudar eso, adelante. Ojalá que les cumplan. Aunque yo ya me he vuelto muy escéptico", dijo AMLO.

El malestar de AMLO no solo fue con Alberto, también dedicó algunas frases al propio banco: "No ir a apoyar a los países de América Latina cuando ya están hundidos, con los llamados rescates del FMI y de estos organismos. Porque no se apoya con créditos a tasas bajas a países que necesitan de financiamiento para el desarrollo. No lo hacen y si lo hacen es solo algo simbólico".