El encuentro entre Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador estuvo enfocado en los temas migratorios e inflacionarios, como se tenía previsto, pero el mandatario mexicano también aprovechó la oportunidad para presumir su estrategia de contención de precios en gasolinas y urgir al Congreso de ese país en aprobar una medida similar. 

Durante el encuentro que se llevó a cabo este martes, en la Casa Blanca, el Presidente mexicano presentó un plan de cinco puntos, que según su mirada reforzará las relaciones bilaterales y en las que propone aminorar los efectos de la inflación, principalmente en alimentos y combustibles, así como regular los flujos migratorios. 

El primer punto giró precisamente en torno al precio de los cumbustibles: urgió al Congreso estadounidense aceptar la propuesta de Joe Biden de bajar el precio de las gasolinas, refiriéndose a la inciativa para supender por tres meses del impuesto federal que se aplica sobre este combustible. En ese sentido, destacó las medidas tomadas del lado mexicano.

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"En tanto baja el precio de las gasolinas en Estados Unidos se ha permitido que estadounidenses que viven cerca de nuestra frontera puedan cargar sus automóviles del lado mexicano a menor precio. Actualmente ya se están abasteciendo automovilistas de Estados Unidos en gasolineras ubicadas en las ciudades fronterizas de México, ", dijo López Obrador y resaltó:  "Al día de hoy un galón de gasolina regular cuesta 4.78 dólares en promedio de este lado de la frontera y en nuestro territorio, 3 dólares con 12 centavos". 

En esa línea, el Presidente mexicano comprometió a  incrementar los inventarios "de manera inmediata" y aprovechó para agradecer a Biden que permitiera la compra de la refinería de Deer Park, ubicada en Texas. 

En segundo lugar, el tabasqueño anunció que se pondrán a disposición del gobierno estadounidense 1000 km de gasoductos a lo largo de la frontera Sur para transportar gas desde Texas a Nuevo México, Arizona y California por un volumen de 750 megawatts de energía eléctrica y con esto abastecer a tres millones de personas.

El tercer punto está relacionado con su plan para reducir la inflación en alimentos: "Aun cuando, el Tratado ha avanzado en eliminar aranceles existen algunos otros que podrían suspenderse de inmediato y hacer lo mismo con medidas reglamentarias y trámites tediosos en comercio de alimentos y otros bienes que aminoren los precios a los consumidores en nuestros países. Cuidando siempre la salud".  

Propuso también "iniciar un plan de inversión privada y pública "para producir bienes que fortalezcan nuestros mercados y se eviten importaciones de otras regiones" y aprovechó para promover su plan en matería energética, afirmando que seguirá la producción de petróleo en tanto se consuma el cambio a energías limpias. 

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En el quinto punto, se refirió al tema migratorio: "Permitir la llegada de obreros , técnicos y profesionales, mexicanos y centroamericanos, con visas temporales de trabajo para asegurar que no se paralice la economía por falta de mano de obra", complementó.

Por último, aconsejó al presidente Biden sobre tomar medidas más agresivas, "los conservadores, sus adversarios, van a pegar el grito en el cielo, pero sin un programa atrevido de desarrollo y bienestar no será posible resolver los problemas. Frente a la crisis la salida no esta en el conservadurismo, sino en la transformación, actuar con arrojo, transformar, no mantener el status quo", concluyó en su intervención frente a su par, Joe Biden.