Andrés Manuel López Obrador amenazó con bajarse de la Cumbre de las Américas que se desarrollará en unas semanas en Los Ángeles, Estados Unidos. El Presidente de México no acepta que la Casa Blanca excluya de la reunión a Cuba, Venezuela y Nicaragua, países señalados como anti-democráticos y violadores de los derechos humanos.
"Si se excluye, si no se invita a todos, va a ir una representación del gobierno de México, pero no iría yo. Me representaría el canciller Marcelo Ebrard", aseguró AMLO en su conferencia mañanera de este martes.
Se le consultó entonces si se trataba de una protesta explícita. "Sí, porque no quiero que continúe la misma política en América, y quiero, en los hechos, hacer valer la independencia, la soberanía y manifestarme por la fraternidad universal", respondió.
Antes de platicar con Biden, AMLO se desmarca de China y busca mediar con Díaz Canel
Y concluyó: "No estamos para confrontación, estamos para hermanarnos, para unirnos, y aunque tengamos diferencias las podemos resolver cuando menos escuchándonos, dialogando, pero no excluyendo a nadie, no tenemos el derecho de excluir".
LPO había anticipado la apuesta de AMLO por convertirse en una suerte de mediador entre Joe Biden y Miguel Díaz Canel. El Presidente de México quiere mostrarse ante la Casa Blanca como un referente de la izquierda moderna en América Latina, responsable a nivel macroeconómico y respetuoso de los contrapesos institucionales. Y por esa razón se desmarcó de China y sus eventuales inversiones en obras mexicanas.
Siguiendo el cálculo de los gobiernos priistas, quiere ofrecerse como un mediador entre EU y la isla. Su ambición es lograr que el presidente cubano esté en la Cumbre de las Americas para que haya una postal con Biden que rememore los acercamientos entre Barack Obama y Raúl Castro.
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