"Abrimos o morimos". La industria restaurantera aumenta su presión a los gobiernos del Valle de México para poder operar como una actividad económica esencial. La consigna ya no solo se difunde en redes sociales, sino que llegó a las calles: con protestas y la apertura de 500 restaurantes en la Ciudad de México que abrirán sus puertas a los comensales este lunes, a pesar del semáforo rojo.

Sin posibilidad de frenar el alza en los contagios y la ocupación hospitalaria por Covid-19, el semáforo rojo se extendió hasta el 17 de enero en la Ciudad y el Estado de México, manteniendo el freno parcial de algunas actividades económicas como la restaurantera, la cual esta limitada solo a envío a domicilio. Para los representantes de esta industria, ya no es una opción a tolerar: "Estamos tronados", dicen, confirmando que 500 unidades de cadenas grandes y otros más pequeños sí abrirán este día.

Sheinbaum ratifica que la CDMX seguirá en semáforo rojo

"Tenemos 10 meses tratando de sobrevivir y los ahorros se acabaron, el dinero se acabó y a nombre de la industria restaurantera lo tengo que decir: Todos estamos tronados, ya no hay dinero y pues la siguiente opción es empezar a sacar a la gente a la calle sin trabajo y seguro social", dijo Manolo Ablanedo, director de comunicación de Grupo Fisher´s, en una entrevista para Radio Fórmula. Se trata de una de las cadenas que abrirá algunas de sus unidades en un aforo máximo de 30 personas. 

La advertencia fue dándose días atrás. Primero, a través de una carta abierta a los gobiernos de Claudia Sheinbaum y Alfredo del Mazo, firmada por más de 500 representantes de esta industria de todos tamaños, incluyendo conglomerados como Alsea y respaldada por la Concamín. "Nos están extinguiendo, ya no podemos más", decían, acusando que en esta crisis no habían recibido ningún tipo de apoyo. El llamado principal es ser considerados como actividad esencial. La carta tuvo como respuesta de los gobiernos locales el llamado al diálogo.

No obstante, los restauranteros aseguran que no ha habido ningún acuerdo y por eso, abrirán, aunque son conscientes de la amenaza de sanciones, pues de acuerdo con Alfonso Suárez del Real, secretario de Gobierno de la Ciudad de México, la instrucción es que primero vendría una llamada de atención por parte del Instituto de Verificación Administrativa (Invea) y, de no atender, se proseguiría con alguna sanción, que va desde la multa, la suspensión o clausura del local hasta la cancelación de la licencia.

Pero los restauranteros están dispuestos a enfrentar este riesgo: "Ya no hay alternativas", explicó en el mismo espacio radiofónico, Ricardo Añorve, director de Grupo Sonora Grill, otra cadanea que se suma con la apertura de cinco de sus unidades.

Protesta del personal de la industria restaurantera.

Cuartoscuro

"No es abrir por abrir. No queremos provocar la autoridad ni ir al choque. Ya decidirá (la autoridad) si nos clausura o no, pero nos tendrá que explicar porque a nosotros si nos clausura y otros que no tienen permisos para operar, no los clausura", agregó por su parte. El empresario se quejó de que, al momento, no ha habido respuesta a ninguna de las propuestas que pusieron sobre la mesa.

Nuevo récord de contagios en México: 16,106 casos de Covid-19 en las últimas 24 horas

Aunque el gobierno hizo un llamado para otra reunión esta tarde, a las 18:00 horas, en la que se esperaría que hubiera una contrapropuesta o respuesta sobre los planteamientos restauranteros. Sin embargo, Sheinbaum ya señaló que estos negocios no pueden ser considerados como esenciales. Además, el gobierno capitalino  ha advertido que este semáforo rojo no es como el primero, pues es "mucho más grave".

Por otro lado, trabajadores de esta industria se manifestaron de manera presencial esta mañana en la Ciudad de México con cacerolazos, replicando la consigna que se promueve en Twitter: #AbrirOMorir.