A Miguel Riquelme le queda sólo un cabo suelto. Se trata de Román Alberto Cepeda, el actual alcalde de Torreón, que también se anotó en la lista de suspirantes para la gubernatura de Coahuila. El mandatario entiende que la designación de Manolo Jiménez -que es casi un hecho- podría implicar algunos riesgos.

El problema central es que el alcalde de Torreón estaría evaluando mantenerse al margen -por el mayor tiempo posible- de la campaña de Manolo Jiménez, a la espera de que los sondeos le muestren una tendencia.

Riquelme entiende que los operadores de Román Alberto Cepeda han tendido lazos con los equipos de Ricardo Mejía Berdeja, el suspirante mejor posicionado en la interna de Morena. ¿Podría el alcalde priista operar una rebelión en Torreón? Es el temor de Riquelme.

"Nosotros estamos generando rupturas abiertas y silenciosas en el PRI y aunque por miedo no lo manifiestan, muchos actores políticos, finalmente no están de acuerdo con que Manolo sea quien los represente", admitieron desde Morena.

No es un escenario sencillo, porque si parte de la estructura del PRI de Torreón se rebela, Riquelme perdería el férreo control que tiene en una ciudad que representa casi un 25% del padrón total en la entidad. "En Torreón, en la elección federal de 2021, sacamos poco más de 70 mil votos, y ellos sin alianza sacaron 78 mil. Estamos hablando de muy poca diferencia y si nos apoya parte del PRI podemos ganar", se ilusionan los morenos.