Este fin de semana volvió a ocurrir un hecho violento de grandes dimensiones, ahora en el estado gobernado por Javier May. La ejecución de seis jóvenes en el antro DBar de Villahermosa destapó una interna explosiva en el estado natal de López Obrador entre el gobernador y su antecesor Adán Augusto, actual coordinador de los senadores de Morena.

Según la Fiscalía de Tabasco la masacre fue producto del enfrentamiento por el control de la plaza de dos grupos del narco. Siempre según las versiones oficiales, la ejecución fue consecuencia de la pelea entre el Cártel Jalisco Nuevo Generación y La Barredora, un cártel local que mantiene una alianza con el Cártel de Sinaloa, enemigos jurados de los de Jalisco. Para complejizar más el tablero, La Barredora vendría de sufrir una escisión de una célula que se pasó a las filas del enemigo cártel de Nemesio Oseguera Cervantes.

La pelea política que se despliega por encima de estos enfrentamiento criminales no es una especulación y la blanqueó el propio gobernador, que apenas llega a las ocho semanas en el encargo. "Nosotros nunca vamos a pactar con la delincuencia organizada", comenzó May Rodríguez el pasado 14 de noviembre. Y argumentó que esa posición es la que explica "porque hay toda una campaña mediática de lonas y de mantas".

En efecto en el estado se ha desplegado narcomantas donde los carteles denuncian que el todavía secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de Tabasco, Víctor Hugo Chávez, y al comandante de la 30 Zona Militar, Héctor Morán, sí los dejaban trabajar en la administración pasada. Aunque el gobernador tabasqueño apuntó a Hernán Bermúdez Requena, el cual renunció en enero de este año a la Secretaría de Seguridad, y quien presumía tener la venia de Adán Augusto López.

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"Piden que los dejemos trabajar. Y nosotros decimos, y lo dije desde el inicio, nosotros nunca vamos a pactar con la delincuencia organizada. Va a haber cero impunidad y vamos a atender las causas. Entonces yo creo que quienes estuvieron antes que nosotros tendrán que explicar todo esto. Los que informaban también tendrán que explicar si tienen ellos información de que había pacto con la delincuencia organizada", agregó May en una acusación directa a la administración de Adan Augusto.

Nosotros nunca vamos a pactar con la delincuencia organizada. Va a haber cero impunidad y vamos a atender las causas. Entonces yo creo que quienes estuvieron antes que nosotros tendrán que explicar todo esto.

LPO reveló en su momento de las diferencias entre el exgobernador tabasqueño y líder en el Senado, Adán Augusto López, y Javier May, las cuales primero se manifestaron en la interna de Morena por la candidatura a la gubernatura (que ganó el grupo del May y Octavio Romero Oropeza), y en meses recientes en patadas debajo de la mesa de transición entre el gobernador interino Carlos Manuel Merino y el gobernador electo.

Policías custodian la entrada a Dbar luego de la masacre.

Cuartoscuro

Lo anterior sólo confirmó las versiones de que López Hernández y su grupo en el estado habían caído en desgracia por el expresidente López Obrador, el cual no sólo los desplazó de la presidencial en favor de la actual presidenta Claudia Sheinbaum sino que también no les permitió tomar el control de la sucesión en Tabasco, de ahí que el grupo de Javier May se hiciera de las estructuras del poder tabasqueño (con José Ramiro López Obrador como secretario de Gobierno del Estado).

Según pudo saber esta redacción, un tema que sacó chispas en el proceso de entrega-recepción fue la permanencia de Chávez Martínez como titular de la Secretaría de Seguridad estatal, esto lo pidió Merino a May pese a la pérdida de la tranquilidad y a la degradación de la seguridad que ya se ve reflejada en las cifras del Gabinete que dirige diariamente en Palacio Nacional Omar García Harfuch.

Esa misma versión asegura que con el respaldo del recién electo fiscal de Tabasco, José Barajas Mejía, el gobernador estaría buscando la ayuda del Gobierno Federal para destituir a todos los funcionarios que nombró en su momento Hernán Bermúdez Requena y que continúan en las corporaciones policiacas del estado y algunos municipios. Una especie de Operación Enjambre en Tabasco para desarmar y llevar ante la justicia a agentes corruptos que trabajan para los grupos criminales.