Hace dos semanas la sala especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial determinó que no hubo actos anticipados de campaña en distintos eventos en los que participaron aspirantes a la candidatura presidencial de Morena; lo cual liberó a los suspirantes para continuar con actos presenciales, en particular en el norte del país.

En respuesta, los gobernadores del norte y de la franja fronteriza comienzan a manifestar públicamente sus preferencias rumbo a la elección presidencial, como lo hizo el mandatario de Baja California Sur, Víctor Castro, un abierto promotor de la campaña presidencial del secretario Adán Augusto López.

En el mismo tenor se encuentra el gobernador de Sinaloa, Ricardo Rocha Moya, quien no ha descuidado mandar mensajes de apoyo a Claudia Sheinbaum. Sin embargo, la más aventaja en el norte del país es la Jefa de Gobierno de CDMX, pues también suma el respaldo de los gobernadores de Sonora y Tamaulipas.

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Mientras Américo Villarreal ha facilitado y organizado foros de Sheinbaum Pardo en el estado fronterizo presentándola como la favorita para ganar la Presidencia, Alfonso Durazo inició una controversia pública con Adán Augusto por nombrar a Miguel Ernesto Pompa, el Potrillo, como el gestor de Segob en Baja Sur.

"No voy a esconder ante ustedes [su opinión], porque no lo he escondido nunca. Hay una corresponsabilidad en este joven respecto a las condiciones en que recibimos el estado. Respeto esa decisión, pero no relevo de corresponsabilidad a este personaje", reprochó el también poderoso presidente del Consejo Nacional de Morena.

Es increíble que Marcelo Ebrard no haya despertado la simpatía en gobiernos de la Primera Circunscripción, la cual trabajó para la campaña triunfal de AMLO en 2018. Sólo el gobernador de oposición Samuel García ha respaldado su aspiración presidencial, aun cuando hace poco lanzó también un guiño a Sheinbaum.

Especial

Lo anterior pese a que Nuevo León es gobernado por la siglas de Movimiento Ciudadano; de nuevo, MC es de oposición. Y la oposición en el norte se ha atrincherado en Chihuahua y Coahuila, donde el priista Miguel Riquelme y la panista Marú Campos ratificaron su hegemonía frente a la 4T. Prueba de ello fue el triunfo del PRI en Durango en 2022, en beneficio de Esteban Villegas. Esto sin que la oposición en el norte -como en el resto del país- tenga a un candidato presidencial que promover frente a las corcholatas de AMLO. 

Quien se ha mantenido neutral, ante Sheinbaum, Adán Augusto y Ebrard, ha sido la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar. Pues pese a pertenecer a la liga de gobernadoras morenistas que creó la Jefa de Gobierno de CDMX, ha abierto las puertas de su estado a operadores del titular de Segob así como ha recibido al titular de la Cancillería para la realización de sus eventos de promoción. Una política de puertas abiertas.

La liga de gobernadores de la 4T ha manifestado su poder en bloque, al sumar 22 estados (incluyendo a Ricardo Gallardo de San Luis Potosí bajo las siglas del Partido Verde, y a Cuauhtémoc Blanco de Morelos bajo las siglas del PES). Y con ese poder ha respondido en sendos desplegados contra el INE, el Tribunal Electoral o la Suprema Corte de Justicia, liderados por el dirigente de Morena, Mario Delgado.