El descontrol en materia de Seguridad en Guerrero, reflejado días atrás por la encuesta del Inegi que ubica a tres municipios de la entidad que niveles récord de percepción de inseguridad (Acapulco, Chilpancingo y Zihuatanejo), es seguido de cerca en Palacio Nacional.

Guerrero es de esas entidades, junto a Michoacán y Tlaxcala, donde la gestión de gobernadores de la 4T no está repercutiendo en mejores en los índicies de combate al delito, sino que por el contrario, el panorama se ensombrese. 

La relación de Félix Salgado con los militares se encuentra resentida, al punto que múltiples designaciones en materia de seguridad e investigaciones de la gobernadora Evelyn están siendo objetadas por las Fuerza Armadas que ya práticamente intervinieron la Fiscalía estatal y parte de la Secretaría de Seguridad del Estado.

En los últimos días el escenario se complejizó al extremo porque la gobernadora insistió en acudir a dos reuniones de seguridad estatal en compañía de su madre, que vendría a ser una consejera a tiempo completo de la gobernadora aunque no deja de llamar la atención que cuando Salgado fue alcalde de Acapulco, su esposa y madre de Evelyn, María de Jesús Pineda, optó por no ocupar el DIF.

El motivo del conflicto con los militares es que tanto la gobernadora como la madre tienen predileccción por grupos de insurgencia armada que se desarrollan en el Estado y que el los oficiales identifican como funcionales al narcotráfico.

En ese plano, la propietaria de La Jornada, Carmen Lira, que tiene una relación de carcanía con la gobernadora y su progenitora busca aliviar tensiones con el mando de la Sedena.