En aproximadamente dos meses, la flamante dirigencia nacional de Morena recorrió el país y realizó asambleas en todos los estados para comenzar a trabajar la organización interna del partido guinda y preparar la afiliación de diez millones de personas que comenzará el próximo año. En diálogo con LPO, la secretaria de Comunicación, Camila Martínez, aseguró que con estos movimientos se buscó "hacer más movimiento" para lograr llegar a millones de personas. "Morena tiene que ser un partido amplio para garantizar la democracia, pero sin perder la esencia", manifestó.
En apenas unos años, Camila Martínez fue dirigente juvenil de Morena en al CDMX y candidata a diputada local por la alcaldía Benito Juárez, una de las regiones más difíciles para la 4T en todo el país. En este contexto, destacó al gobierno de Clara Brugada ya que, consideró, "en tres meses ya se ha empezado con todos los proyectos que se prometieron". Además, adelantó una nueva gira nacional que comenzará en enero y completó: "Hay una gran expectativa de poder consolidar el movimiento a través de la institucionalización del partido".
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¿Qué análisis haces de la gira nacional que realizó la dirigencia y de la que fuiste parte?
-El cambio de la dirigencia trae muchos cambios. Hay una lógica distinta a la que se tuvo con la dirigencia anterior, que le tocaron muchos procesos electorales. Con Mario Delgado prácticamente cada año tuvimos elecciones que, afortunadamente, fueron muy exitosos porque hubo toda una organización para ganar. Ahora, tenemos menos procesos electorales y eso nos permite concentrarnos en hacer más movimiento. López Obrador decía que Morena tenía que fungir como partido en época electoral como partido y como movimiento cuando no haya elecciones. La conclusión es que hay una dirigencia muy activa, que pudo recorrer en casi dos meses los 32 estados del país generando reuniones organizativas para organizar el gran proyecto del próximo año, que es la campaña de afiliación "somos millones, súmate a Morena". También hubo encuentros con la militancia y eso nos ayuda para ir midiendo cómo están los termómetros en los territorios.
¿Con qué se han encontrado en el territorio?
-Con mucha organización, hay un ímpetu por seguir construyendo y mucha expectativa en la gente de poder participar en el partido. Durante mucho tiempo tuvimos las afiliaciones cerradas. Morena arrancó teniendo un proceso donde se encontró con tres padrones de militancia. Ahora, la idea es poder tener uno solo que pueda fungir para volver al origen, es decir, tener las asambleas seccionales y abrir las decisiones del partido. A partir de la afiliación la idea es poder tener una revisión de los estatutos de Morena y que toda la gente que se vaya a afiliar que pueda tener una voz, un voto y que puedan ser votados para cargos de decisión en el partido. Es común que en el mundo los partidos tengan estructuras de afiliación reducidas, donde para poder participar depende de que estés cercano a un líder. Nosotros estamos tratando de cambiar eso y que en vez de tener que ir a un lugar o que tengas que algún vínculo, vaya toda esta gran estructura casa por casa invitando a la gente a participar. Ahí ya no importa si eres parte de una corriente nacional, como fue el caso del PRD.
¿Cómo se encuentra la actualidad de Morena sin la participación presente en el día a día de Andrés Manuel López Obrador?
-El expresidente es el gran referente del movimiento. Logró, a través no solamente de las luchas que dio en territorio que fueron indispensables, sino también de poder compartir una serie de principios, ideales y de aglutinar a una cantidad impresionante de gente; por ejemplo, la votación de 2018 fue gigantesca y la de 2024 fue más grande y están muy relacionadas a lo que pudo hacer Andrés Manuel desde la presidencia. Hay un panorama en la gente en el que se lo extraña, pero también sabemos, porque así lo compartió él, que lo importante no es una persona sino la revolución de las conciencias, la transformación de un pueblo que reconoció en Andrés Manuel esas convicciones y esos valores que tuvo. Ahora, lo único que va a poder sustituir un liderazgo de un hombre como él será un pueblo organizado. Hay una gran expectativa de poder consolidar el movimiento a través de la institucionalización del partido, que se vuelva un espacio donde la gente pueda participar, dialogar, consolidar la democracia y acompañar a la presidenta, que es una mujer que sigue los principios de la 4T y que va a continuar con las políticas de Andrés Manuel.
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¿Cómo analizas la primera disputa que aparecieron dentro del movimiento entre Adán Augusto y Ricardo Monreal?
-Nosotros hacemos un llamado a la unidad. Sabemos que puede haber distintas perspectivas porque es un partido diverso, pero debemos anteponer los principios. No se trata de agendas personales. Creo que es un buen ejemplo la respuesta de la presidenta al llamar a la unidad. Parte de lo que nosotros hemos planteado es la importancia de que en lugar de que nuestros legisladores estén insertándose dentro de la Cámara en disputas, más bien debemos mirar hacia el territorio porque ahí afuera hay una gran cantidad de gente que merece saber cuáles son las disputas públicas que se están generando, las leyes que se están discutiendo y que tiene necesidades muy puntales dentro de sus territorios. Como decía López Obrador, no podemos tener legisladores únicamente de escritorio porque es cuando vienen estas discusiones estériles. Necesitamos legisladores que estén con la gente que nos dieron la confianza.
¿La unidad está garantizada?
-Creo que es un proceso de tener altura de miras. Como movimiento siempre hemos peleado por decir que la gente debe estar al centro de las decisiones que tomamos. Tenemos que hacer un proceso entre nosotros para recordar por qué estamos aquí. No estamos por un interés personal, sino, porque como dice nuestro movimiento, el poder se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás. Mientras tengamos eso consciente vamos a poder generar esa unidad.
¿Cómo calificarías los primeros meses de gobierno de Claudia Sheinbaum?
-Excelente, muy bien. Cuando estaba arrancando el proceso para ver quién iba a ser el candidato o la candidata de Morena veíamos los distintos proyectos y pensábamos cómo recibirá la gente a alguien que no sea López Obrador, pero el proyecto de Claudia con sus propuestas, estos 100 puntos del día de su posesión han sido muy bien recibidos por la gente porque no solamente trae un principio de izquierda muy fuerte desde que empezó a hacer política; sino que, además, tiene mucha experiencia por haber trabajado de manera exitosa como jefa de Gobierno. Por ejemplo, los proyectos de seguridad que fueron exitosos en la Ciudad de México se buscan llevar a nivel nacional, la universidad Rosario Castellanos permite que haya mucho más jóvenes con educación universitaria y ahora se están empezando a construir en todo el país, el proyecto de vivienda para jóvenes. Morena surge como un cuestionamiento a todas esas políticas neoliberales que durante mucho tiempo lo que hicieron fue, por un lado, precarizar los salarios y, por el otro, encarecer la vivienda. Nuestra generación se quedó sin oportunidad de tener una vivienda propia porque ya no había cómo sustentarla. No estoy hablando de comprar, estoy hablando de pagar una renta y no es solo en CDMX, es en todo el país. Ver ahora que el Estado esté garantizando tener una parte reguladora y el bienestar para tener estas viviendas donde uno puede ir con sus cotizaciones pagando las rentas para comprarla después de diez años con todas las rentas que son contabilizadas para ese pago. Eso es regresarle a la gente la posibilidad de tener una vida y una autonomía propia.
Ha sido muy bien recibido y así lo han demostrado las encuestas que se hace en los medios de comunicación. El último sondeo de Enkoll mostró que Claudia traía una aprobación incluso mayor a la del presidente López Obrador. Y eso pasa porque representa el proyecto de continuidad, una izquierda fuerte y, además, tiene todas las habilidades de una mujer científica que sabe que lo más importante es que a través de las políticas públicas se puedan generar resultados.
En este último tiempo hubo nuevas incorporaciones en Morena que llamaron la atención, como Miguel Ángel Yunes o Cynthia López Castro, ¿Cómo se explica esto?
-Hay nombres que todavía no están dentro del movimiento. Por ejemplo, en Veracruz se tomó una decisión particular para aprobar una reforma, pero eso no quiere decir que ya sean parte del partido. En el caso de López Castro llega a nuestro movimiento haciendo un compromiso. La nueva dirigencia está repartiendo dos documentos principales. Uno es el decálogo de autoridades, que son los diez principios que todos nuestros servidores y servidoras necesitan respetar, ¿Por qué? Porque Morena es un partido abierto a las personas que quieran sumarse para generar un proyecto de transformación siempre y cuando mantengamos unos principios irrenunciables. Quien no los respete, simplemente no puede ser parte de nuestro movimiento. ¿De qué son esos principios? Estar con la gente, escuchando, dialogando, rindiendo cuentas, honestidad y cero corrupción. Entonces, quienes vengan de otros partidos o quienes hayan nacido en nuestro movimiento deben respetar esos principios. Es importante que nuestro partido se abra porque es un partido para los millones. Pensemos en la cantidad de gente que votó por la presidenta. Tiene que ser un partido amplio para garantizar la democracia, pero no por ello podemos perder la esencia del movimiento.
¿Cómo llevar a cabo este proceso entre las nuevas incorporaciones y las demandas de las bases?
-Nosotros tenemos un Instituto Nacional de Formación Política (INFP) que siempre ha sido muy relevante porque es el encargado de poder generar, entre la militancia y la población, esas reflexiones que son indispensables. Por ejemplo, la idea de generar comunidad para romper con estos principios del neoliberalismo, del individualismo, la competencia y hablar de cómo es importante la organización de nuestro pueblo, la conciencia. Este instituto da las herramientas históricas y éticas que son parte de nuestro movimiento. Todos los militantes de Morena estatutariamente tienen que ser parte de los cursos básicos del instituto y respetar este decálogo. Para quienes no son funcionarios públicos tenemos los 100 postulados morenistas, que son una serie de frases emanadas de nuestro movimiento que buscan regir las distintas etapas de nuestra vida, como la economía, la política, la vida. Respetando eso es cómo podemos ser parte del movimiento. Ahora, el partido tiene sus propias instancias para aquellas figuras o militancia que no los cumpla. Tenemos nuestra comisión de honestidad y justicia y ahí puede funcionar tanto de oficio como a partir de denuncias buscando que se haga una investigación sobre quienes no cumplieron con esos principios, pero no a priori porque debe haber un proceso que garantice los derechos de las personas. Una vez que se acredite que no se cumplieron con los principios, se puede tomar una decisión.
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¿Cómo observas al gobierno de Clara Brugada?
-Hace tres meses que arrancó y ya se ha empezado con todos estos proyectos que se prometieron. Después de haber tenido una de las alcaldías más exitosas donde tuvo proyectos insignia, como las Utopías, que son una nueva forma de organizarse en las colonias. ¿Por qué? Porque lo tienen todo, espacios deportivos, culturales, de salud, de cuidados y cómo nos gustaría que hubiera esos espacios en Benito Juárez porque tenemos espacios deportivos, pero están privatizados y no hay una garantía de que toda la población pueda asistir. La promesa de generar esas Utopías en toda la ciudad abre una gran esperanza. Además, está la conciencia de una apertura de los programas sociales para parte de la población que no habían tenido esa oportunidad. Por ejemplo, las madres que tienen hijos de cero a tres años o la ampliación del programa de adultos mayores. Las movilizaciones y encuentros populares que ha podido hacer han sido muy importantes. Se han puesto a trabajar en estos espacios de recuperación de los senderos seguros y estamos empezando a ver con estos resultados.
¿Cómo describirías a la alcaldía Benito Juárez, de donde sos oriunda?
-La alcaldía ha tenido una serie de problemas durante el último año, que es la corrupción inmobiliaria. Este es uno de los problemas de los muchos que tiene y está basado en la privatización de los espacios, el olvido de espacios públicos. Ahora la alcaldía tiene el problema del Parque de los Venados, donde se busca hacer una privatización del espacio y se busca dejar a una gran parte de las familias que ahí trabajan fuera de ahí. Hay un descontento entre los vecinos con respecto a cómo se han manejado los grupos dentro de la alcaldía. Se ve claramente una división entre ellos y no han atendido una buena parte de las demandas de las colonias.
¿Qué podría hacer Morena para ganar una alcaldía tan esquiva?
-Sobre todo tener un proyecto escuchando a la gente. Necesitamos hacer una labor de presencia, de concientización dentro de estas demarcaciones para explicarle a la gente que no se dejen engañar. Nosotros siempre hablamos de la seguridad de la Benito Juárez, donde hubo una intención de decir que era gracias a un proyecto a nivel municipal y no es cierto. El proyecto de la ahora presidenta junto a Omar García Harfuch logró bajar los índices delictivos no en Benito Juárez, sino en toda la ciudad. Esa recuperación de espacios, esa atención a las causas y esa gran coordinación que se tuvo entre las distintas secretarías es lo que permite que la alcaldía, como buena parte de la ciudad, haya mejorado sus índices delictivos. Necesitamos generar comunidad, espacios de concientización, informativos y compartir con la gente cómo ellos también se ven beneficiados por estas políticas. Nosotros no decimos "primero los pobres", decimos "por el bien de todos, primero los pobres". Eso implica que también nos interesa que la gente de clase media tenga una buena vida. Lo que queremos es bienestar para todos. Hay una población prioritaria que es indispensable y con ellos siempre vamos a estar comprometidos, pero el beneficio y las políticas públicas es al final un resultado que impacta en toda la sociedad, estamos interconectados.
¿Tenés pensando participar políticamente en el futuro de Benito Juárez?
-Siempre vamos a participar porque es donde vivimos y tengo un compromiso con el territorio. Ahora, el encargo que tenemos es nacional. Por supuesto vamos a seguir construyendo en Benito Juárez, pero sabiendo que la responsabilidad que tenemos es en los 32 estados y que el reto que tenemos por delante de construir la comunicación de Morena, que no es poca cosa porque es dotar de herramientas argumentativas, líneas discursivas y poder generar las reflexiones con la comunidad y poder construir las redes de discusión y debate, tiene que ser un proyecto nacional. Por eso, a partir de enero, vamos a arrancar una gira por todo el país para generar encuentros con la militancia con capacitaciones y generando grandes grupos a través de los cuales siempre podamos estar comunicados y debatiendo lo que sigue para el proyecto de la 4T.
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