Durante la última campaña electoral, la futura consejera jurídica de la CDMX, Eréndira Cruzvillegas, no tuvo un rol protagónico en el equipo de Clara Brugada. Sin embargo, es una mujer muy cercana a la exalcaldesa, a quien conoce desde hace décadas por la militancia que compartieron en el movimiento popular urbano de la capital. "Estamos hermandas en las luchas por una ciudad sin discriminaciones, donde todos quepamos", aseguró en una entrevista exclusiva con La Política Online, donde agregó: "Somos un gobierno de transformación y nuestra lógica es la cercanía, la proximidad y la eficacia".

"Pocas veces se conoce a la Consejería Jurídica, pero tiene una función importantísima", sostuvo en diálogo con LPO y adelantó que Clara Brugada le pidió a todos los integrantes de su gabinete "lograr que las periferias estén cercas de estos servicios". "Va a ser una Consejería cercana no en cuanto a presencia mediática, sino con la gente. Vamos a estar cerca de la gente", adelantó. 

¿Cómo comienza su historia con Clara Brugada?

-Clara es una compañera que viene de una lucha muy importante histórica en el movimiento urbano popular. Ella vive en San Miguel Teotongo y somos compañeras de lucha porque yo vengo de otro movimiento urbano popular del sur, que son los pedregales de Coyoacán. Estos procesos de lucha fueron los que lograron que actualmente la Ciudad y el país tengan este momento histórico con una mujer presidenta y una jefa de Gobierno que viene de la lucha y de un barrio popular. Eso nos hermana junto a las luchas por tener una ciudad sin discriminaciones, donde todos quepamos, por el agua, por la tierra, por las escuelas y el derecho a la educación. Esta ciudad es resultado de esas luchas de mujeres que en los barrios luchaban para esas esos derechos.

LPO Rodrigo González.

¿Cómo se conocen?

-Tenemos una relación de compañeras de lucha. Ella estuvo en Equipo Pueblo y yo en el Centro Nacional de Comunicación Social. Tenemos un vínculo de fraternidad, de sororidad, de lucha y de esfuerzo. Tenemos un trabajo que nos hermana y que nos hace trabajar por esta ciudad desde hace mucho tiempo.

¿Cómo vivió la campaña por la Jefatura de Gobierno?

-Yo soy servidora pública y no participé jurídicamente, pero soy de un barrio popular y la gente de los barrios populares nos sentimos muy orgullosos y muy orgullosas por tener una mujer que viene de nuestras historias, que ha luchado igual que nosotros por el agua, para que los niños y niñas tengan alimentos y son esos procesos con los que ella después hizo las Utopías. Todos quieren una Utopía porque las mujeres han sido invisibles en esas luchas porque son militantes y, a la vez, tienen que cuidar a los niños y las casas. El movimiento feminista del movimiento urbano popular es bien interesante porque a final del día la pobreza urbana es diferente y es la que te hace ser y sentirte diferente en términos de tener espacios de participación, de recreación. Eso son las Utopías, esos espacios donde nos hermanamos hombro con hombro y eso es lo que le permitió a la gente verificar que era una mujer verificada en acciones de trabajo territorial y de gobierno con transparencia y mecanismos claros donde éramos incluidas las mujeres. Esa es la visión más importante porque Clara tiene una visión feminista de territorio. Transformó espacios muy violentos y muy agrestes. Son mecanismos de transformación territorial muy fuertes que pasaron a ser incluyentes.

Clara tiene una visión feminista de territorio. Transformó espacios muy violentos y muy agrestes.

¿Qué tipo de gobierno imagina?

-Todos queremos que le vaya bien porque es una mujer comprometida y con mucha claridad. Ella tiene algunos ejes fundamentales: el primero, una ciudad con derechos porque hay que darle continuidad a lo que hizo Claudia Sheinbaum para que estos derechos se acerquen a la ciudadanía, es decir, ser un gobierno cercano a la gente. Otro es el sistema de cuidados para que sea una ciudad para las mujeres, ya no queremos que las mujeres tengan ningún techo de cristal. Queremos una historia renovada, que permita que ahora la escribamos y seamos protagonistas. Además, queremos que la gente se apropie de sus territorios y los resignifique. Esa es la parte fundamental que Clara ha explicado sobre la posibilidad de trabajar en sinergia con la academia e instancias privadas porque a todos nos va a ir bien con una dimensión justa donde haya una plenitud en términos formales donde todos participemos.

¿Cuáles serán sus funciones como consejera jurídica?

-Pocas veces se conoce a la Consejería Jurídica, pero tiene una función importantísima que es hacer que los derechos registrales de esta ciudad se lleven a cabo, de esta instancia depende, por ejemplo, el registro civil. Tenemos que continuar para que siga siendo un servicio eficaz, cercano y adecuado con la gente porque hay veces que hay gente mayor que a veces no tiene el acta de nacimiento. Tenemos que lograr que las periferias estén cerca de estos servicios. De nosotros también dependen todos los servicios legislativos, es decir, todas las normas y leyes que deben hacerse de manera participativa. Nosotros contamos con una Constitución de vanguardia, es la más vanguardista que ha habido y necesitamos armonizar muchos de esos derechos con la Constitución nacional. Es tarea también de la Consejería que los trabajos de las diversas Secretarías estén vinculados a esta lógica que garantice los derechos. Esto nos obliga a tener estos procesos de armonización legislativa, de diálogo parlamentario y, sobre todo, de respeto para poder atender estas necesidades. También nos toca ver el funcionamiento de la Justicia cívica, que es un gran tema que tiene que ver con las normas y conductas cotidianas que es fundamental.

LPO Rodrigo González.

¿Va a haber diálogo para adecuar las normas legislativas locales con las federales?

-Sí, es importante el diálogo con el Congreso y la ciudadanía porque es parte de los temas que Clara Brugada quiere tener con la participación ciudadana. Vamos a estar de una manera muy cercana a la gente en materia legislativa y en cuanto a las lógicas jurídicas porque se viene un proceso de planeación que va a derivar en estas cuestiones a corto, mediano y largo plazo.

¿Cómo se prepara para asumir en su futuro cargo?

-Soy parte del proceso de transición. Tenemos reuniones con nuestros pares con un diálogo muy interesante e importante. Ha habido una gran predisposición, creo que es inédito el nivel de comunicación que estamos teniendo. De verdad es una transición aterciopelada.

Vamos a estar de una manera muy cercana a la gente en materia legislativa y en cuanto a las lógicas jurídicas.

¿Uno de los objetivos será construir una Consejería Jurídica más cercana a la gente?

-Va a ser una Consejería cercana no en cuanto a presencia mediática, sino con la gente. Vamos a estar cerca de la gente. La jefa de Gobierno nos instruyó para crear un servicio integral con todas las otras secretarías que ofrecemos servicios para construir como 16 delegaciones en las 16 alcaldías con servicios integrados. Esto va a ser muy efectivo porque ya no habrá que venir de Milpa Alta al centro sino que las cosas se podrán hacer en Milpa Alta. Algo que nos obliga esta dimensión es que estas áreas sean accesibles, con más diálogo y más cercanas a la gente para que no la vean en una lógica de temor burocrática, sino como un servicio porque somos un gobierno de transformación y nuestra lógica es la cercanía, la proximidad, la eficacia, la transparencia y la bondad que permite los ciudadanos nos escuchen y estén junto a nosotros. 

¿Qué balance hace de la aprobación de la reforma judicial?

-Una parte importantísima es la lógica que nos ha aislado de la población y la justicia tiene que ser cercana a la gente. El proceso de justicia no debe ser como una utopía, sino que debe ser aquí y ahora. Eso implica todo un rediseño y una arquitectura adecuada de instituciones que puedan hacer lo que nos toca en derecho a los ciudadanos y lo digo como ciudadana porque yo he sido parte de procesos sociales que hemos luchado por tener justicia por parte de la Suprema Corte que hoy tiene un gran reto de tener una visión, primero, de perspectiva de género; y, segundo, en una lógica pluricultural. Yo soy maestra de derecho en la UNAM y cuando les pregunté a mis alumnos por el Poder Judicial muchos piensan que hablamos de la Policía, es decir, el judicial que los detiene. Hay un gran desconocimiento, hay una lógica de privilegios que debemos pensar. Uno en estos cargos está para servir, para estar cercano a la gente, para tener una visión de inclusión para que las diversidades puedan atenderse correctamente con una perspectiva de enjuiciar con esa visión.