Joseph Castillo Peregrín, empresario español con diversos negocios en el sureste, es uno de los principales entusiastas con la idea de que Octavio Romero sea el próximo gobernador de Tabasco. De origen catalán, maneja diversos negocios de construcción, transporte y, desde ya, una de sus firmas es proveedora de Pemex. 

La sociedad era inevitable hasta por cuestiones de rivalidades en la política tabasqueña: en 2020 todavía como gobernador, Adán Augusto López Hernández, suspendió un negocio de desarrollo urbano que Castillo llevaba adelante en la alcaldía de Centro.

Ese mismo año Castillo dio una entrevista en el matutino Diario de Tabasco y no tuvo empacho en afirmar que México es un mejor destino de inversiones que Estados Unidos y que además tenía trabajando para él a científicos rusos que generaban tecnología para sus negocios con Pemex. Agregó que esos procesos fueron validados por el Instituto Mexicano del Petroleo.

Castillo no ha padecido las demoras en los pagos a proveedores ni ha tenido la necesidad de cambiar esa deuda por bonos como casi cuarenta compañias que aceptaron el mecanismo en su desesperación por lograr algo de liquidéz.

Castillo tiene acceso directo a Miguel Ángel Lozada Aguilar, consejero permanente de Romero y operador en diversas licitaciones,  a través de un ex directivo de Pemex Exploración y Producción, Oscar Guadalupe Valdés. 

LPO reveló que en su participación en el último congreso petrolero en Villahermosa, el director de Pemex dijo en privado que está con buenas chances de ser el candidato de la 4T en Tabsco.