La presidenta Claudia Sheinbaum instruyó a los ingenieros de Pemex dar señales de la reactivación en su línea petroquímica para el cierre de este año. Un negocio olvidado durante varios sexenios y que hoy enfrenta una serie de desafíos que genera cuestionamientos en el sector sobre esta meta. 

El plan de reactivación de la petroquímica contempla inversiones por 124,140 millones de pesos (poco más de 40 mil millones vendrán del erario y alrededor de 84 mil millones de inversiones privadas) en los próximos cinco años, de acuerdo con el Plan Estratégico de Pemex. 

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Estas inversiones contemplan el fortalecimiento y rehabilitación de las plantas de amoniaco en Cosoleacaque, de la cadena de etano y etileno en Morelos y Cangrejera y el tren de aromáticos en este complejo petroquímico.

El negocio de la petroquímica (que utiliza derivados del petróleo y gas natural para fabricar otros productos) ha sido relegado por varios gobiernos previos. Incluso el de Andrés Manuel López Obrador, que pesar de su promesa por impulsarlo, se centró en la refinación.

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Hay varias dudas de gran calado que surgen entre los expertos que conocen de esta industria y que cuestionan la meta de Sheinbaum, advirtiendo que podría ser un proyecto que incumpla las metas, como en el sexenio pasado ocurrió con Olmeca, en Dos bocas.

Para empezar, a tres meses de que termine el año aún hay falta de claridad sobre la estrategia. Por ejemplo, los detalles sobre este proyecto son escasos en el plan estratégico, y en el Presupuesto para 2026 tampoco es claro si se destinó alguna partida presupuestal.

Aunque se destinaron alrededor de 260 mil millones de pesos para la petrolera, no es claro cómo serán distribuidos y se estima que tengan prioridad el pago de deuda comercial y financiera.

Otro desafío está relacionado con la realidad de los complejos petroquímicos. "Le mienten a la presidenta", dijo un ingeniero de Pemex que dialogó en secrecía con LPO. Aseguró que Claudia Sheinbaum urgió la entrega de los primeros resultados para octubre y en diciembre tener algún avance sustancial en la producción.

"No van a ser posibles los objetivos que nos está exigiendo este año. Estamos con problemas en la cadena de derivados de etinelo y apenas en agosto tuvimos un conato de incendio en el área de compresores de Cangrejera, no es tan fácil volver a la marcha", señaló el trabajador.

Expuso que la situación de las plantas son críticas: ya cuentan con más de 45 años de operación y no se les ha invertido desde entonces para darle mantenimiento ni ha habido renovación de equipos con tecnología de punta, renovación de personal, capacitación, ni ninguna clase de inversión acorde con las necesidades actuales de los centros de trabajo, en particular para exigente demanda actual.

Víctor Rodriguez, director de Pemex

Cuartoscuro

"En el sexenio de López Obrador no hubo presupuesto porque se le apostó a la refinación, entonces, nos han dejado en el olvido por más de 30 años", se queja el ingeniero, que agrega que los ingenieros, químicos y otros trabajadores de estos complejos están trabajando jornadas "agotadoras" para cumplir el objetivo pedido desde Palacio Nacional.

Otro elemento fundamental es que las plantas puedan tener garantizado el suministro de gas, que es vital principalmente para la cadena del metano y urea.

Fluvio Ruiz, experto en la materia, destaca que es un buen momento para impulsar el proyecto, pues reconoce la voluntad desde el gobierno y que empiece a trazarse una ruta, sin embargo, advierte que aún falta un plan integral específico para este negocio. "Van rápido y sin coherencia", advirtió.

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"En el mundo energético cabe el dicho de ‘despacio porque voy de prisa'. Ya ves lo que está pasando en Dos Bocas por ir de prisa. Es importante que no les gane la urgencia e incluso valdría la pena tomarse un respiro y pensar integralmente desde las materias primas, los productos que se quieren obtener, hasta las alianzas posibles", dijo.

Aseguró que las rehabilitaciones y mantenimientos contemplados para este plan deben ser pensados en una lógica más integral, "no solo darle parches a lo ya existente porque eso es más rápido, y otra vez el efectismo político te puede comer la sostenibilidad a largo plazo", advierte.