
El director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, quiere contratar a la firma Baker Hughes para unos trabajos en el yacimiento de Ixachi. El dato enciende alarmas en Palacio Nacional donde consideran que tras el escándalo de la casa de José Ramón López Beltrán en Houston es imperativo reducir al máximo cualquier nexo con la compañÃa estadounidense.
En el staff presidencial dan por superada la crisis por la vivienda del hijo de López Obrador y no quieren nuevos episodios de la misma. Esa es la evaluación que hacen del conflicto de interés que enfrentó José Ramón López Beltrán, quien vivÃa una mansión en Houston, propiedad de un alto directivo de la empresa que brinda -por contratos millonarios- servicios petroleros a Pemex.
La situación, como otras que suceden a lo largo de la administración, enfrenta a Romero con el secretario de Gobernación Adán Augusto López Beltrán. Son rivales polÃticos en Tabasco y tienen una disputa por el futuro de la gubernatura en 2024.
En Pemex , por otra parte, alegan que hace tres semanas la empresa presentó el informe de un despacho que realizó una auditorÃa sobre lo sucedido con la casa de José Ramón. Los mismos determinaron que al ex ejecutivo Keith L. Shilling, quien fue propietario de la residencia en Houston, nunca tuvo injerencia en las operaciones de México.
Pero aún asà en el entorno presidencial no bajan la guardia y se busca separar a la figura de Andrés Manuel López Obrador de todo lo referido a Baker Hughes en México.
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