
El presidente de Pemex, Octavio Romero, bordeó una lÃnea roja de la polÃtica petrolera de AMLO. En una entrevista con la agencia Reuters no descartó respaldar con pozos petroleros futuras emisiones de deuda de la petrolera.
"Estamos explorando todas las opciones", dijo Romero Oropeza, al ser consultado sobre cómo se las arreglará Pemex para afrontar los vencimiento de deuda por alrededor de 50.000 millones de dólares que deberá afrontar en los próximos cuatro años.
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El directivo señaló que la primera opción es refinanciar las deudas con los bancos y en caso de no llegar a un acuerdo, no descartó que Pemex pueda ofrecer garantÃas con crudo. "Estamos trabajando sin restricciones, dispuestos a escuchar cualquier opción", respondió ante la pregunta puntual del periodista.
Los especialistas coinciden en que la alternativa para conseguir una nueva lÃnea de crédito en el mercado de capitales que permita mejorar la tasa de interés respecto a la deuda vigente es ofrecer reservar hidrocarburÃferas probadas como garantÃas. "Esto ayudarÃa a separar la estructura financiera de Pemex del gobierno de turno. SerÃa un modo de avanzar en la desconexión y la mutua dependencia respecto al financiamiento entre la petrolera y el Estado. Es una forma de colaborar con el saneamiento financiero estructural de la empresa", afirmó a LPO un especialista en la materia.
No obstante, desde el entorno de AMLO hay quienes interpretan que el discurso sobre la polÃtica energética que sostiene el gobierno no deja margen para esta maniobra. Sobre esto instalan la pregunta sobre lo que pueda ocurrir con ese 14% del gasto público que sale directamente de Pemex. "Para separar las estructuras de Pemex y el financiamiento público es condición necesaria una reforma fiscal precedente, porque sino se cae ineludiblemente en el desfinanciamiento del Estado mexicano", dijo a LPO un referente morenista.
Desde ese sector lo que proponen es que sea el mismo gobierno el que absorba la deuda de la petrolera argumentando que "como la calificación de riesgo crediticio es susceptiblemente mejor, es el mecanismo válido para achicar el costo de la deuda y mejorar el perfil de vencimientos", expresó la misma fuente
Si bien es dato que Pemex disminuyó sus niveles de endeudamiento, esto no se refleja en una mejora de su situación financiera, según consta en el último reporte del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados.
Lo acuciante del momento es que de acuerdo con el perfil de vencimientos de la deuda de la empresa, Pemex deberá pagar 10.000 millones de dólares solo este año en tanto en los próximos 4 años vencerán otros 40.000 millones de dólares, de una deuda total de 107.700 millones de dólares.
A las claras la situación es apremiante, y en vista a la que se viene, la compañÃa ya ha emprendido algunas acciones, desde la emisión de bonos hasta la solicitud de nuevas lineas de financiamiento con los más reconocidos bancos globales.
En este sentido, el director financiero de la petrolera Carlos Cortez afirmó que para los próximos vencimientos cuentan con el respaldo del Gobierno federal, asà como el apoyo de instituciones financieras.
"La estrategia consta de tres partes, el regreso ordenado a los mercados, la refinanciación de las lÃneas bancarias con nuestros principales bancos de relación y en caso de ser necesario, apoyo del Gobierno federal", afirmó Cortez.
Lo cierto es que solo en enero de 2023, Pemex colocó 2 mil millones de dólares a 10 años con un interés convalidado en 10.4% para re financiar deuda, tasa que refleja el altÃsimo costo que debe afrontar la petrolera para conseguir financiamiento.
Desde Pemex consideran que los mercados de capitales han "castigado" a la petrolera mexicana a pesar de haber mejorado cifras respecto a gestiones previas. Hoy la calificación general de Pemex es de BB-, lo cual la ubica tres escalones por debajo de la calificación soberana de México de que BBB- con perspectiva "Estable".
Hecho a considerar es que esta concentración del peso de la deuda ensombrece la notable mejora en la cuentas de Pemex que cerró el 2022 con una ganancia neta de 23.500 millones de pesos por primera vez en una década. Vale recordar que en el 2021 la pérdida fue de 294.532 millones.
Esto fue posible gracias a la reducción de la carga fiscal del gobierno de AMLO, a partir de la reducción del DUC, que pasó de ser del 65 % sobre las ganancias brutas en 2019, al 40 % en 2022.
En total el gobierno federal destinó unos 45 mil millones de dólares si se suman estos beneficios fiscales y la inyección de capital en los últimos cuatro años.
Asà se explica que la petrolera haya cerrado el año pasado con una deuda financiera un 7% menor respecto a 2021, equivalente a 107.700 millones de dólares a pesar de que esto no se refleje en la curva de vencimientos.
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